paro por el covid19

En este sentido, no cabe duda que el impacto de la crisis sobre el mercado laboral ha sido extraordinario, pero los ERTEs están jugando un papel esencial para amortiguar dicho impacto.

En definitiva, tras el fuerte ajuste de las primeras semanas de confinamiento, a medida que se ha avanzado en la desescalada y se han ido reabriendo negocios, se ha podido observar cierta recuperación del empleo, aunque lejos todavía de los niveles pre-Covid: hay 760.000 afiliados menos que antes de la crisis.

afiliados a la seguridad social

Señales esperanzadoras de la afiliación

El empleo aumenta en mayo en 97.462 afiliados medios (+0,5% mensual), que, si bien contrasta con los pésimos registros de marzo y abril, es el peor mes de mayo desde 2012; el volumen total de afiliación se sitúa ligeramente por debajo de 18,56 millones. Si acudimos a los datos de fin de mes, el incremento es más intenso, 187.814 afiliados.     

Con datos desestacionalizados, la afiliación media se reduce en 70.790 personas. En consecuencia, en lo que va de segundo trimestre, el retroceso medio respecto a enero-marzo es del 4,9% (945.532 afiliados menos): el peor trimestre de la crisis de 2009-2013 (el 1T09) anotó una caída del 2,1% (-400.491 afiliados).

Como se ve en los gráficos anteriores, lo peor de la crisis, en términos de destrucción de empleo, parece haber quedado atrás y, tras una desastrosa segunda mitad de marzo, la afiliación remonta, aunque muy tímidamente. En todo caso, la pérdida de empleo acumulada desde el estallido de la crisis arroja cifras impactantes: 760.000 afiliados menos en tan sólo dos meses y medio.

Por actividades, como se aprecia en el gráfico anterior, desde el pasado 12 de marzo sólo aumenta la afiliación en sanidad y servicios sociales, aunque muy tímidamente (apenas un 0,2%), en contraste con el fuerte ajuste que sufren construcción y hostelería (-8,2% y -9,3%, respectivamente), que, sin embargo, son las dos actividades donde más crece el empleo en mayo.

Sin duda, el amplio uso de los ERTEs ha servido para amortiguar el impacto sobre el empleo en el corto plazo del estado de alarma, con el consiguiente cierre de negocios, evitando que los despidos se convirtieran en el principal mecanismo de ajuste. A 29 de mayo casi tres millones de afiliados estaban sujetos a un ERTE; de ellos, la inmensa mayoría (2,62 millones) se encontraban en situación de ERTE por fuerza mayor. La paulatina recuperación de la actividad se refleja en las 457.909 personas que, desde finales de abril, han dejado de estar en situación de ERTE por fuerza mayor.

Por sectores, los más afectados por ERTEs son servicios de comidas y bebidas, comercio minorista y servicios de alojamiento. En cuanto a las regiones donde hay más ocupados en esta situación, son Cataluña, Madrid y Andalucía.

El deterioro de la afiliación es generalizado a nivel regional en el mes de mayo, destacando las caídas en las Comunidades más dependientes de la actividad turística, especialmente los dos archipiélagos: en Baleares, en concreto, la destrucción de empleo alcanza el 12,6% interanual; en el extremo opuesto se sitúan País Vasco y Navarra, con descensos del 2,3%. El balance del conjunto de la crisis (los meses de marzo a mayo) arroja un ranking similar, con las regiones insulares como las más dañadas, sobre todo Baleares (-7,9%).

La ratio afiliados ocupados/pensionista aumenta ligeramente hasta el 2,10 (desde el 2,07 anterior), aunque se encuentra por debajo de los niveles de dic-19 (2,16) y de may-19 (2,19). En todo caso, como viene sucediendo desde que estalló la actual crisis, la caída del número de pensionistas (33.836), la tercera consecutiva (nunca se habían registrado tres descensos seguidos ni mucho menos de esa intensidad), amortigua el deterioro de dicha ratio: el descenso acumulado en los últimos tres meses es de 48.716 pensionistas, la mayor parte perceptores de prestaciones por jubilación, que es el grupo de población más afectado por el Covid-19. Con ello, la factura mensual de las pensiones cae por primera vez desde que se dispone de datos: lo hace un 0,3% mensual hasta 9.853 millones de euros.    

Los parados se aproximan a los cuatro millones

El paro se incrementa en mayo en 26.573 personas (+0,7% mensual), lejos de las cifras extraordinarias de marzo y abril (en torno a 300.000), aunque es el mayor aumento en un mes de mayo de la serie. De este modo, el total de parados se sitúa cerca de los 3,86 millones, la cifra más alta de los últimos cuatro años. Descontado el efecto estacional, el incremento es bastante superior (+122.458 parados).

Los beneficiarios de prestaciones por desempleo, en máximos históricos

El número de contratos firmados en mayo se situó en 850.617, un 59% menos que el año pasado y el peor dato en dicho mes de toda la serie. El 9% de los contratos fueron indefinidos, con un retroceso algo inferior al de los temporales (-58,4% vs -59,1%).

Por lo que respecta a los beneficiarios de prestaciones por desempleo, en abril aumentaron con una intensidad desconocida: más de 2,5 millones hasta superar los 4,6 millones (+163,5% interanual), que, por supuesto, también es el máximo de la serie. Por su parte, los gastos totales en prestaciones ascienden a 4.939 millones de euros, un 236,2% más que en abr-19.

Como se observa, el número de beneficiarios supera al de parados ampliamente, en concreto en 816.562 personas (es decir, la tasa de cobertura supera el 100%). Esto se debe a que entre los primeros se incluyen los 2,31 millones de personas que están percibiendo la prestación contributiva por ERTEs, pero que no están incluidos entre los parados registrados, ya que la relación laboral con su empresa se mantiene y permanecen en alta laboral.

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