La caída el año pasado del mercado de inversión, desde el punto de vista inmobiliario, fue de más del 50% y la demanda de oficinas bajó casi un 60%. En EEUU llegó a caer casi un 80%. Con los cambios socioculturales y la reactivación progresiva de la economía se empieza a ver un futuro algo más positivo.

Desde la atalaya de las consultoras, en el rincón inmobiliario de Estrategias de Inversión, esta vez se identifican los pro y los contras de la inversión en el sector del ladrillo. 

-Enrique Losantos, consejero delegado de Jones Lang Lasalle (JLL) en España: el negocio inmobiliario hoy se está comportando como uno de los asset class más resilientes de todos los que hay. 

Estamos ante un sector inmobiliario muy saneado y muy poco apalancado y, comparativamente con otros sectores, se está configurando como sector refugio. Mucha de la liquidez que hay ahora en el mercado busca invertir en este sector. 

A nivel global, en inversión inmobiliaria, España pinta muy poco, piensa Enrique Losantos. Esto tiene que ver con los temas regulatorios y fiscales. "No tiene sentido que tengamos 17 CCAA, 2 ciudades autónomas y 8.100 ayuntamientos con 8.100 panes urbanísticos distintos, donde en cada ayuntamiento hay un arquitecto que regula la computación de un metro cuadrado. Esto vuelve loco a los inversores extranjeros", añade.

-Ignacio Martínez-Avial, director general de BNP Parias Real State: el sector inmobiliario está siendo un reflejo de un cambio sociocultural. En los activos inmobiliarios es donde se está desarrollando la actividad. 

Desde el punto de vista de la consultoría, estamos intentando ayudar al cliente a enfocar sus activos para la nueva normalidad. Jugamos un rol importante en la actividad económica en la inversión.

-Luis Martín Guirado, director corporativo de Desarrollo de Negocio de Gesvalt: en Gesvalt somos consultores valoradores, no somos consultores agentes. Tenemos la difícil tarea de poner valor a las cosas. Estamos en territorio comanche: no sabemos hacia dónde vamos a ir. Ahora mismo hay una tremenda duda sobre el valor de los activos y, en particular, sobre los activos de renta fija y activos bursátiles. 

Hay dos fenómenos. Nunca jamás ha habido tanta masa monetaria en circulación. Por otro lado, jamás habíamos tenido une entorno en el que la renta fija o gubernamental había estado en negativo o a tipos bajos. Esto propicia que haya gran cantidad de dinero circulando... se sabe que va a ocurrir un desastre en la renta fija, por lo que vuelan hacia el sector inmobiliario. Cuanto tanto dinero vuela hacia un sector, empiezan a hacerse locura, lo que puede derivar en tragedia para la renta fija.

La forma en la que la sociedad empieza a ver los activos inmobiliarios es muy diferente. Las aproximaciones del pasado no sirven para leer el futuro.

-Carlos López, CEO de Catella: nuestra visión del negocio inmobiliario es positiva. El exceso de liquidez hay que invertirla para contrarrestar la crisis. Aquí surgen las alternativas de inversión: la renta fija, por un lado, no aporta casi retorno; la bolsa está en máximos históricos en algunos países pero tiene cierto riesgo. Una alternativa sería el sector inmobiliario, ya que los precios de los inmuebles son bastante razonables. 

En el negocio inmobiliario se nota la liquidez, aunque los procesos de compraventa llevan cierto retraso. El horizonte es que a segunda mitad de año haya más transacciones y operativa en el sector.

-Susana Rodríguez, directora general de Desarrollo de Negocio de Savills Aguirre Newman: las operaciones se dilatan más en el tiempo por la híper regulación que, en el inmobiliario, sufrimos de manera muy aguda. Además, hay que entender bien los fundamentales del sector, que son sólidos pero se han visto afectados de manera muy abrupta. A la hora de buscar datos que avalen los business plan que explican la inversión inmobiliaria no acompañan. Los niveles de contratación han sido más bajos de las medias históricas, el retail y los hoteles han sido los más castigados... Es difícil poner precio y hacer buenas previsiones a la hora de saber cuál será el ritmo de recuperación.