En los últimos años hemos visto un crecimiento acelerado de la inteligencia artificial. Desde su perspectiva, ¿cómo consideras que esta tecnología está transformando la sociedad y los negocios?

Sin lugar a dudas, la inteligencia artificial está cambiando nuestro día a día, tanto a nivel personal como laboral, y está habilitando que nuevas tecnologías sobre la inteligencia artificial escalen y sean posibles. Es algo que debemos observar con atención. La inteligencia artificial lleva más de 50 años, con la versión tradicional, pero el verdadero boom ha llegado con la IA generativa. El hecho de democratizarla y ponerla a disposición de los usuarios de una manera más accesible permite que se creen y desarrollen nuevos casos de uso. Estos casos, al final, se desarrollan utilizando los mismos métodos de computación y sistemas existentes, pero lo interesante es que se realizan pruebas en la vida real con los usuarios, lo cual es verdaderamente transformador.

Para nosotros, en Prosegur, esto nos lleva a reflexionar sobre cómo mejorar la experiencia del usuario en nuestros servicios y cómo integrar lo que conocemos de la industria de la seguridad, junto con la inteligencia artificial, para potenciar el servicio que ofrecemos y la experiencia del cliente.

En un mundo cada vez más digital, ¿la inteligencia artificial es más una oportunidad o un riesgo para la seguridad?

Desde Prosegur, entendemos que cuando la tecnología se democratiza, significa que está a disposición de todas las personas, y ahí es donde enfoco mi visión sobre su uso. Nosotros, que cuidamos de la seguridad en el mundo físico y digital, nos enfrentamos a situaciones donde la tecnología puede ser utilizada tanto para el bien como para el mal. En el ámbito digital no será diferente: se usará para el bien, por ejemplo, en biotecnología para encontrar curas a nuevas enfermedades o para enseñar a las nuevas generaciones de una forma diferente. Pero también puede ser utilizada por personas de forma malintencionada para lucrarse con ella. 

Se habla mucho de los dilemas éticos de la IA. ¿Cuál cree que debería ser el papel de las empresas en garantizar un uso responsable de esta tecnología?

Lo primero es entrenar a los usuarios, enseñarles lo que es posible con la inteligencia artificial, cómo incorporarla en su día a día y, además, cómo usarla de manera responsable. En Prosegur, en nuestra universidad corporativa, tenemos un curso que abarca estos tres pilares: lo que es posible hacer con la inteligencia artificial, cómo usarla en el día a día y el uso responsable. Además, las empresas tienen la responsabilidad de integrar estos principios en sus modelos de gobierno corporativo, crear comités de uso responsable de la inteligencia artificial y establecer objetivos claros en este sentido.

En Prosegur, contamos con un comité de uso responsable de la inteligencia artificial dentro de nuestro modelo de buen gobierno. También lo incorporamos en las evaluaciones de desempeño. Dentro de nuestro modelo de liderazgo, aseguramos que el uso responsable de la información, el medio ambiente y ahora también de la inteligencia artificial. Este enfoque lo evaluamos anualmente con todos nuestros colaboradores.

Tradicionalmente pensamos en la seguridad como vigilancia física. ¿De qué manera la inteligencia artificial está cambiando ese concepto?

 Y ya hace algunos años veíamos que el mundo es el lugar más seguro, no sólo es el físico, sino que también el digital. Entonces tenemos una línea de negocio que es Prosegur Cipher, que cuida de la ciberseguridad y es algo que nuestros clientes nos demandan, además de cuidar sus instalaciones físicas, cuidar sus activos digitales. Entonces, pues dentro de nuestra misión y visión del grupo encaja tener cuidado, entenderlo cómo usarlo para el bien y entender qué riesgos también trae de la mano y cómo ayudamos a nuestros clientes a protegerse. 

En nuestra visión, queremos hacer del mundo un lugar más seguro. Y hace ya algunos años, comenzamos a entender que la seguridad no solo debe ser física, sino también digital. Por eso, contamos con una línea de negocio llamada Prosegur Cipher, que se encarga de la ciberseguridad, un área que nuestros clientes nos demandan, además de proteger sus instalaciones físicas y cuidar sus activos digitales.

En este sentido, nuestra misión y visión como grupo es integrar la seguridad física y digital, entendiendo cómo utilizar la tecnología para el bien, pero también reconociendo los riesgos que puede implicar. Nuestra labor consiste en ayudar a nuestros clientes a protegerse.

¿La IA permite anticiparse a los riesgos en lugar de solo reaccionar ante ellos? ¿Podría compartir algún ejemplo?

Sí, hoy en día se habla mucho sobre la utilización de la inteligencia artificial para anticiparse a los riesgos. Y es algo que estamos impulsando mucho en Prosegur: cómo hacer que la IA nos ayude a pensar en lo que podría suceder, analizar esos casos y anticiparlos. Esto aplica tanto a nivel interno como en los servicios que ofrecemos.

Un ejemplo de esto es el negocio de alarmas, específicamente el sistema Pet Ready, que realiza un reconocimiento inteligente de las imágenes de mascotas. Este sistema distingue entre una mascota y un humano, evitando así generar falsas alertas. Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también optimiza el análisis de la información, permitiéndonos actuar de forma proactiva. Podemos analizar situaciones y determinar las probabilidades de que algo negativo suceda.

En cuanto a LexIA, otro de nuestros proyectos, es un caso interesante en el análisis de contratos. No solo se limita a analizar los contratos y señalar lo que está bien o mal, o las condiciones que se cumplen o no. También nos permite entender las implicaciones de elegir un camino u otro en una negociación, ya sea en propuestas comerciales o futuros contratos. De esta manera, la IA nos ayuda a mejorar lo que sucederá en la negociación de forma proactiva.

Creo que el uso de la IA está orientado a predecir y visualizar posibles caminos, lo que nos permite tomar mejores decisiones. Sin embargo, el debate surge sobre si la IA debería tomar esas decisiones. Yo creo que no. Lo que hace la IA es potenciar nuestras capacidades de análisis, ayudándonos a escoger mejor lo que sucederá, pero la decisión final siempre debe quedar en nuestras manos.

¿En qué áreas de Prosegur ya está presente la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial se está aplicando en diversas áreas de Prosegur, tanto en el desarrollo de productos y negocios para mejorar nuestros servicios, como para ofrecer nuevos servicios. También se está utilizando en áreas corporativas, como finanzas para el análisis de información, recursos humanos para el reclutamiento de personal, y en el análisis de contratos. En todas estas áreas, la inteligencia artificial está desempeñando un papel clave. Esto es posible gracias al entrenamiento que estamos proporcionando a los usuarios de todas las áreas, quienes reflexionan sobre cómo podemos transformar nuestros procesos y aprovechar la inteligencia artificial para mejorar.

En mayo de este año, Prosegur dio a conocer el proyecto de GenIA, que ha desarrollado junto con Telefónica, y en agosto la compañía lanzó la solución de IA, LexIA.  ¿Podrías explicar de que forma estos proyectos impulsan la transformación de Prosegur?

GenIA es otro buen ejemplo de cómo la inteligencia artificial, vinculada con el entrenamiento que realizamos a nuestros usuarios en toda la compañía, puede generar casos de uso concretos. Este proyecto está enfocado en el soporte al puesto de trabajo. Estamos presentes en 34 países, con más de 170 mil empleados en todo el mundo, distribuidos en cinco continentes. Al entrenar a nuestros empleados con inteligencia artificial, esta nos ayuda a proporcionar un mejor servicio y a estar más presentes, escalando en el soporte a los puestos de trabajo.

Ahora, todos nuestros empleados tienen un asistente de inteligencia artificial que les ayuda a resolver incidencias que puedan tener en el día a día, como problemas de conexión a internet o mensajes que les impiden trabajar. Este asistente no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también nos permite predecir dónde se están produciendo más incidencias, en qué región, tipo de incidencias, o en qué horarios. Esto nos da información valiosa sobre los problemas en las bases de transporte de valores o en los puestos de trabajo de los empleados en un edificio, lo que nos permite ser proactivos en la resolución de problemas antes de que generen malestar en el usuario.

Adoptar inteligencia artificial no siempre es sencillo. ¿Cuáles son los principales retos que enfrentan como compañía en este camino?

El principal reto, diría yo, es el uso responsable de la inteligencia artificial. Es crucial desarrollarla dentro de entornos que garanticen la confidencialidad de la información. En Prosegur, hemos habilitado "landing zones" privadas, donde la información pasa por una serie de controles de nuestra oficina de ciberseguridad, el equipo de protección de datos y el equipo legal, para asegurar el cumplimiento de las regulaciones en las diferentes geografías. La custodia de la información y el uso de la inteligencia artificial para el bien es fundamental, no solo en nuestra empresa, sino en general. Es una tecnología muy poderosa, pero como todas las tecnologías, debe usarse con responsabilidad.

Otro desafío importante es el entrenamiento. Esto implica costos, ya que no es algo que venga incluido en el software que las empresas ya tienen. Es necesario invertir para que los casos de uso realmente ayuden a escalar. Así que, en resumen, los dos principales desafíos son el uso responsable y la búsqueda de la escalabilidad en la implementación de la inteligencia artificial.

Para cerrar, si tuviera que definir en una sola frase el rol de la inteligencia artificial en el futuro de Prosegur, ¿cuál sería?

Queremos empoderar a todos los usuarios con tecnología.