"A un cliente no le merece la pena abandonar Caixabank y trasladar su cuenta a Novacaixagalicia porque seguirá dependiendo en poco tiempo de La Caixa de nuevo"
. Son palabras de uno de los empleados que Caixabank tiene en sus oficinas de Madrid en las que se daba por segura la venta de NCG a Caixabank, a pesar de que aún se encuentra en proceso de reestructuración antes de ser vendida. 


El director general de Finanzas de CaixaBank, Gonzalo Cortázar, reconocía el lunes de esta misma semana el interés del grupo catalán hacia la gallega al asegurar que "lo lógico" ante una posibilidad "de crecer" es considerar esa oportunidad y "si sale bien, y si no, también", tal y como reconocía en la 9th Annual Banking Conference organizada por Esade y Ahorro Corporación en Madrid. 

Entre los 'postores' a hacerse con la maltrecha caja gallega, resultado de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, se ha sumado este mes el Banco Popular. En la puja se encuentran también el Banco Santander, BBVA y, por supuesto, Caixabank, de entre los nacionales. El único inversor extranjero interesado aparentemente es el fondo de inversión estadounidense Guggenheim. 

Caixabank trataría con esta adquisición ampliar su cuota de mercado dentro de tierras gallegas donde sólo controla un 6,7% de los clientes de banca, un porcentaje que representa menos de la mitad de su media estatal, situada en un 14,6%. NCG le reportaría el 40% de la cuota gallega de mercado, según apuntaba el diario Faro de Vigo. 

¿Qué elemento diferenciador podría presentar Isidre Fainé? Según diversas informaciones, el punto clave que haría inclinar la balanza del FROB hacia la antigua Caixa sería la garantía de mantener el carácter 'gallego' de la entidad. Esto eso, sede propia en Galicia e, incluso, un balance aparte. Tal y como reconocen empleados de Caixabank, actualmente su obra social "es la más importante de España", un enlace para conectar con la caja gallega dado que Fainé habría garantizado destinar más fondos a la obra social. 


Limpieza interna
Es el proceso que tiene por delante el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria si quiere 'colocar' la entidad gallega. Una vez rechazada la opción de una EPA, un Esquema de Protección de Activos, el FROB trataría de dejar a NCG lo más limpia posible para su futuro comprador. 

En resumidas cuentas, el FROB ha encargado ya  a consultores expertos la posible venta de 4.000 millones de euros en activos fallidos, fundamentalmente créditos concedidos por NCG de dudoso cobro por parte de particulares y PYMES, y por cuya venta espera obtener unos 300 millones de euros, según cálculos del organismo público. Los expertos hablan de que este porcentaje se podría reducir hasta un 2,5% del total a adjudicar.