Según fuentes cercanas, la multinacional habría pagado alrededor de un millón de euros a Copcisa –constructora de la familia Carbonell- y un 20% al empresario local Carlos Cusí, que hasta ahora era propietaria de esta compañía catalana. 

Grifols ha llevado a cabo esta operación con el compromiso de mantener el negocio, con más de cien años de historia, ya que la empresa se fundó en 1904 de la mano de seis familias ampurdanesas. La calidad del agua siempre ha sido ampliamente reconocida, ya que el propio pintor Salvador Dalí aseguraba que era su favorita.

Grifols presentará en el mes de septiembre un proyecto de remodelación con el objetivo de iniciar cuanto antes las diversas obras necesarias para así retomar su producción. Fuentes cercanas a la compañía destacaron que no se trata de una adquisición estratégica, sino de una compra comprometida con una empresa centenaria. 

Los indicadores premium de estrategias de inversión sitúan el valor de Grifols en fase alcista con una puntucación de 9 sobre 10. La volatilidad a largo y medio plazo es decreciente. 

 

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