La siderúrgica ArcelorMittal tiene previsto realizar una inversión de 1.800 millones de euros en su planta de Dunquerque, en Francia, como parte de su objetivo de descarbonizar la producción de acero. La iniciativa cuenta con el respaldo del Estado francés y forma parte de la estrategia del presidente Emmanuel Macron para reducir las emisiones de los principales centros industriales contaminantes del país.

El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, ha viajado a Dunquerque para formalizar la firma del convenio de ayudas entre ArcelorMittal y la Agencia del Medio Ambiente y del Control de la Energía. Las subvenciones, que podrían alcanzar los 850 millones de euros, ya han recibido la aprobación de la Comisión Europea.

Los fondos obtenidos se destinarán a financiar la sustitución de uno de los altos hornos de la planta por uno de tipo eléctrico y la construcción de una planta de reducción directa. Estas medidas permitirían reducir en un 5,7% las emisiones del sector industrial francés, siendo la fábrica de ArcelorMittal responsable del 15% de las emisiones del país, con 12 millones de toneladas de CO2 al año.

La nueva unidad productora de acero en Dunquerque reemplazará inicialmente el uso del carbón por gas natural. Posteriormente, en 2027, se prevé la transición hacia el uso de hidrógeno. Asimismo, ArcelorMittal ha firmado una carta en la que se evaluará la posibilidad de abastecerse de energía eléctrica de origen nuclear en el futuro.

Con esta inversión millonaria, ArcelorMittal demuestra su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de las emisiones de carbono en la industria del acero. La descarbonización de la planta de Dunquerque contribuirá significativamente a la meta de Francia de minimizar el impacto ambiental de sus centros industriales más contaminantes.