Sin embargo, la caída del precio del acero inoxidable que provocó el descenso del níquel en ese periodo, ha provocado un descenso de las ventas de un 6%, hasta 3.968 millones de euros. Con todo, los precios se fueron recuperando durante el segundo trimestre del año.
Explican Acerinox que la demanda de acero inoxidable continúa fuerte. Eso sí, destacan que “los inventarios están aumentando en los principales mercados, por lo que será conveniente seguir su evolución en los próximos meses”.
En este sentido, en la empresa afirman que “la cartera de pedidos se mantiene dentro de los objetivos establecidos por la dirección de Acerinox. En estas circunstancias podremos sacar partido de las mejoras de eficiencia conseguidas en los últimos años”.
Por eso la empresa ha comunicado que esperan obtener unos resultados en el primer trimestre que mejoren ampliamente los del cuarto trimestre de 2016, en parte impulsados por la apreciación de las materias primas.
En estos resultados hay que destacar una caída de la deuda financiera neta de 91 millones de euros, hasta situarse en 620 millones de euros. Una cantidad muy parecida a la tesorería de la firma, que es de 598 millones de euros.
Estas cuentas muestran los resultados también de la reducción de costes que ha permitido el ahorro de 50 millones de euros en ese ejercicio.
Hay que tener en cuenta que las fábricas de Acerinox alcanzaron un récord de actividad durante 2016, cuando se consiguió la mayor producción de la historia de la compañía en laminación en frío. Esto ha permitido consolidar su posición en América y África y ganar cuota de mercado en otros mercados.
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