La semana ha sido propicia para el EUR/USD. Y es una noticia en toda regla. Sobre todo, después de que hace apenas una semana el euro marcara su nivel más bajo frente al dólar desde el 15 de julio de 2002, en nada menos que 20 años. Desde entonces la mayor y mejor lectura para la moneda única llega de Estados Unidos.
A pesar del miedo a la inflación que vuelve a cotas históricas en Estados Unidos, lo cierto es que los inversores y las firmas bursátiles empiezan a bajar el fuelle sobre la posibilidad de que la FED suba de forma hiperagresiva los tipos la semana que viene: 0,75 puntos básicos sí, pero 1 punto, posiblemente no y esa es una burbuja que se había hinchado mucho en los últimos días.
De ahí que el euro se vuelva a alejar de la paridad con el dólar con avances semanales del 1,44%, pérdidas en el mes del 3,44%, del 6% para el trimestre y, en el año, la caída ya supera el doble dígito para el euro que cede un 10,26% frente al dólar.
Todo apunta a que el efecto BCE diluido hasta ahora, por la inacción en la subida de tipos y, sobre todo por el mantenimiento del balance previsto, frente a la Fed en sus niveles actuales, podría cambiar dependiendo de si se mantiene la tónica esperada por el mercado de subir con más brío los tipos en la eurozona de aquí a fin de año.
Pero el efecto más devastador para el euro puede prolongarse a cuenta de su situación económica futura: una posible recesión acrecentada por el presunto corte definitivo del gas ruso. También por el precio del crudo, que vuelve a repuntar y que, recordemos, pagamos en dólares.
Sea como fuere, la opinión de los expertos apunta directamente a que el euro incluso bajará desde la paridad, con niveles más bajos, perdiendo más posiciones frente al dólar. Así, desde Morgan Stanley destacan que el nivel de las 0,97 unidades podría ponerse a prueba por los tambores de recesión en la zona euro, con un aumento de los precios del gas, menor crecimiento e inflación desatada que se acaba de refrendar en junio: nuevo récord al 8,6%.
Desde Goldman la visión también se coloca por debajo de la paridad, a un nivel que puede alcanzar los 0,96 euros. En ING también colocan ligeramente por debajo del 1 a 1 el nivel del euro frente al dólar, aunque más cercano a la paridad, en torno a los 0,98-0,99 dólares a corto plazo, con volatilidad.
También desde JPMorgan consideran que el euro caerá más, mirando especialmente al gas ruso, lo que presionará más a la economía de la eurozona. Su estratega global de divisas, Meera Chandan considera que "El reciente debilitamiento del euro está relacionado con una duplicación de los precios regionales del gas”, con lo que tiene entre un 20 y un 25% de probabilidades de un cierre total del suministro ruso. Y si eso se produce colocan el nuevo objetivo de la relación entre las dos divisas en los 0,95 dólares.
Según los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión, en modo bajista y con rebaja de medio punto, la relación euro dólar apenas alcanza una puntuación total de 1 sobre 10 puntos posibles para la relación entre las divisas. Solo en positivo se mueve el volumen de negocio que es creciente a medio plazo.
Mientras, la tendencia es bajista a medio y largo plazo, el momento total, lento y rápido es negativo mientras que el volumen de negocio a largo plazo se mueve decreciente para el valor. La volatilidad o rango de amplitud, se mueve creciente tanto a medio como a largo plazo.