El euro se ha convertido en el principal foco de atención de los inversores. Su efecto sobre las cuentas de las empresas exportadoras es evidente, pero preocupa su efecto sobre la inflación.  Un reciente informe de Citi apunta que “la fortaleza del euro puede afectar, quizá temporalmente, las previsiones de inflación para 2018 y 2019”, afirman. ¿Llegará el EURUSD a 1,20?

Recuerdan estos expertos que el euro se ha fortalezido varias veces en años anteriores. Apuntan que en 2012-2014 subió un 10% frente a la cesta de las principales divisas y que la inflación cayó del 2,5% en el segundo semestre de 2014 al 0,5% en el primer semestre de 2014.¿Llegará el EURUSD a 1,20?

Relatan estos expertos que los movimientos de euro y dólar en los últimos años han estado muy ligados a la expansión y contracción de los balances de los bancos centrales. En 2014, cuando el BCE comenzó el QE se inició la caída del euro y, cuando en abril de este año se ha comenzado a especular con la posiblidad de que la autoridad monetaria comience a dejar de comprar bonos, es cuando la moneda ha comenzado su escalada.Lo mismo ha ocurrido en Estados Unidos en estos últimos años. El EURUSD debería frenarse a la altura de resistencias significativas

BCE y Euro

Teniendo en cuenta que el BCE tiene muy pocas balas en la recámara en estos momentos, ¿Puede hacer algo?

Explican en Citi que “en principio la autoridad monetaria tiene varias opciones para relajar su política monetaria”.

Entre ellas, rebajar más aún la tasa de depósito (ahora en -0,40%), ofrecer nuevas facilidades de crédito, o extender el programa de compras de activo (o ampliar las condiciones de eligibilidad de los títulos que pueden ser adquiridos, que podrían llegar a las acciones, por ejemplo). Para ello, apuntan en Citi, sería necesario ver una subida adicional del 5% en el euro. Además, considera que podría intervenir en el mercado de divisas para debilitar la moneda única.

Con todo, apuntan que “en la práctica el BCE se encontraría con grandes obstáculos para tomar medidas de calado. El BCE, por ejemplo, ya ha comentado los efectos negativos de las tasas negativas de depósito para el sector bancario. Por otro lado, el cambio de los requisitos para la compra de activos sería una medida controvertida políticamente y legamente y Draghi seguro que querrá guardarse esa bala en la recámara  para el caso de que se produjera algún shock económico.

 La intervención en los mercados, por otro lado, debería ser una medida coordinada con el resto de grandes bancos centrales del mundo.

Por eso en la entidad creen que el BCE se vería obligado a:

Reforzar la idea de que los tipos de interés solo subirán una vez que haya concluido el QE, lo que haría retroceder las perspectivas de subidas en el corto plazo.  La visión de Citi es que solo subirá la tasa de depósito a mediados de 2019, mientras que el mercado descuenta que será a finales de 2018.

Tratar de finalizar el QE de una forma lenta y sensible. Los economistas del banco prevén que el programa continuará en 2018. “sospechamos de que la fortaleza del euro obligará al BCE a no dar pistas sobre sus planes para retirar el plan de compra de activos en la reunión de septiembre”. Tampoco lo ve ¿Llegará el EURUSD a 1,20?n factible en las siguientes reuniones.