Ayer, Wall Street terminó recuperándose con la espectacular inyección de fondos del Banco Central Europeo, pero ni los 500.000 millones de liquidez extra sirvieron para alejar el fantasma de la recesión y la sesión fue bastante volátil.Además, los inversores han encontrado más motivos de preocupación en las palabras realizadas hoy por el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, que tiene claro que los riesgos para las previsiones económicas de la eurozona son a la baja. Los inversores también están intereados por ver qué cantidad de los 20.000 millones ofrecidos ayer por la Fed fue a parar a bancos comerciales. Debido al actual clima de pesimismo, Wall Street podría interpretar un fuerte interés por parte de los bancos comerciales como una señal de desesperación, mientras que una falta de interés podría verse como una señal de que la medida de la Fed no ha surtido efecto. Por su parte, Morgan Stanley registró una pérdida antes de extraordinarios de 3.590 millones de dólares o 3,61 dólares por acción en el cuarto trimestre, en comparación con la pérdida de 39 centavos que esperaba el mercado, debido a su exposición al mercado hipotecario.La depreciación de activos total en el cuarto trimestre ascendió a 9.400 millones de dólares, 5.700 millones más que lo previamente anunciado.Sin embargo la cotización del grupo en preapertura oscilaba entre rojo y negro, ya que la decepción por los rsultados se ha visto compensado por el anuncio del grupo de que ha firmado un plan de inversión de 5.000 millones de dólares con China Investment Corp, un vehículo de inversión controlado por el gobierno de China.