El banco suizo UBS obtuvo unas pérdidas de 11.597 millones de francos suizos (7.799 millones de euros) durante los nueve primeros meses del ejercicio, frente al beneficio neto atribuible de 7.720 millones de francos (5.191 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio anterior.
Durante los tres primeros trimestres, los ingresos alcanzaron los 54.146 millones de francos (36.404 millones de euros), lo que supone un descenso del 35% respecto al mismo periodo del ejercicio 2007.
El primer banco suizo ya había adelantado ese resultado el pasado 16 de octubre cuando se anunció un plan de rescate de la Confederación Helvética y del Banco Nacional Suizo (BNS) a su favor. El banco reconoció hoy que tuvo que hacer frente a salidas netas de dinero fresco de gran envergadura, que alcanzaron los 45.800 millones de francos (30.945 millones de euros) en las dos unidades de gestión de fortunas. En Suiza (para las empresas e individuales), las salidas de fondos suplementarias se elevaron a 3.500 millones de francos (2.364 millones de euros), y en la gestión institucional (Global Asset Management), las salidas netas de dinero fueron de 34.400 millones de francos (23.243 millones de euros).
Fuga de capitales
En total, UBS vio salir 83.600 millones de francos (56.486 euros) entre julio y septiembre. Desde principios de año, la fuga de capitales depositados en el banco alcanzó los 140.100 millones de francos (94.662 millones de euros). En el mismo periodo de 2007, UBS vio, en cambio, afluir, 125.100 millones de francos (84.527 millones de euros).
Los resultados, reconoció UBS, estuvieron afectados por las pérdidas de 4.400 millones de dólares "sobre las posiciones de riesgo heredadas del pasado", y compuestas esencialmente por títulos relacionados con los créditos tóxicos del sector inmobiliario de EEUU. UBS afirmó que a lo largo del tercer trimestre siguió reduciendo sus posiciones de riesgo, y que al final de éste, las exposiciones al mercado inmobiliario residencial estadounidense se redujeron más de un 50 por ciento. La transacción con el Banco Nacional Suizo (BNS) anunciada el pasado 16 de octubre llevará a reducir aun más esas posiciones de riesgo.
Ese día, el Gobierno suizo anunció un plan de ayuda para el mayor banco del país, UBS, contaminado por sus inversiones de decenas de miles de millones de dólares en instrumentos de "créditos tóxicos" de EEUU. De acuerdo a ese plan, el BNS aceptó transferir 60.000 millones de dólares en activos "tóxicos" a un fondo especial que será totalmente controlado por la entidad pública. Y el Estado suizo acordó inyectar 6.000 millones de francos (unos 3.800 millones de euros) a través de un préstamo de conversión obligatoria, con lo que la Confederación Helvética detentará el 9,3 por ciento del capital del banco

