Las acciones de Telefónica se encamina a acabar con un saldo ligeramente positivo (+0,65%) una semana que ha estado marcada por la irrupción en su capital de STC, la teleco de Arabia saudí, que se convierte en su primer accionista con un 9,9% del capital.

Telefónica sube este viernes a media mañana un 0,36% hasta marcar 3,85 euros dentro de un Ibex 35 que a la misma hora se sitúa prácticamente plano. El valor se sitúa con pocas variaciones respecto a los 3,82 euros a los que cerró la semana pasada, mientras que en el acumulado del año sube un 18,30% hasta una capitalización bursátil de 22.170 millones de euros.

La teleco se encuentra todavía más de un 6,5% por debajo de los 4,125 euros que suponen sus máximos anuales, y que se remontan al mes de abril. Sí ha recuperado al menos la cotización que presentaba a principios de agosto, antes de que un acuerdo de dos de sus rivales en Alemania se tradujese en un desplome de los títulos.

Los analistas que cubren a Telefónica le dan de media una recomendación de mantener, según datos recopilados por Reuters. El precio objetivo se sitúa en 4,13 euros, con un potencial alcista de un 7,2% respecto a la cotización actual.

Esta semana ha estado agitada tras conocerse STC Group, el principal operador saudí, ha adquirido una participación del 9,9% en Telefónica por un importe total de 2.100 millones de euros.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y el consejero delegado de la compañía, Ángel Vilá, viajaron este miércoles a Arabia Saudí para reunirse con los máximos directivos de STC. El nuevo plan estratégico 2023-2026 que Telefónica presentará el próximo 8 de noviembre en su 'Investor Day' (Día del inversor), así como la exposición de las principales magnitudes financieras de la operadora española figuraron en el epicentro de ese encuentro.

Otro de los temas principales que previsiblemente habrían tratado está ligado al 'escudo antiopa' del Gobierno, por el cual el Ejecutivo tiene que dar permiso a los inversores extracomunitarios que pretendan adquirir más del 10% de una empresa estratégica cotizada. Este umbral se rebaja al 5% en el caso de empresas con intereses en el ámbito de la defensa nacional, como es Telefónica.