Las medidas forman parte de una evaluación iniciada en noviembre por S&P sobre los riesgos para el sector bancario estadounidense.  "Creemos que el sector bancario estadounidense está atravesando por una transformación estructural que podría incluir cambios radicales con repercusiones permanentes", dijo el analista de crédito Rodrigo Quintanilla.

"Las instituciones financieras están reduciendo ahora el riesgo en las hojas de balance y modificando los perfiles y estrategias de financiamiento para la nueva realidad del mercado. Un período de transición así justifica unas calificaciones más bajas a medida que los participantes en el sector implementan cambios", que incluyen una mayor supervisión regulatoria y una mejor rentabilidad, agregó.

Los bancos que fueron colocados en territorio chatarra por S&P fueron Carolina First Bank, Citizens Republic Bancorp, Huntington Bancshares, Synovus Financial  y Whitney Holding. Synovus recibió la mayor rebaja, de cinco peldaños a "BB-", o tres peldaños dentro del territorio especulativo.

Entre los otros 13 bancos que recibieron rebajas se encuentran BB&T, Capital One Financial, Fifth Third Bancorp, KeyCorp, Regions Financial, U.S. Bancorp  y Wells Fargo. Los siete bancos mencionados estuvieron entre las 19 compañías que fueron sujetas este año a las pruebas de estrés del Gobierno federal.

Los cambios de calificación de S&P también revisaron la solvencia relativa de las compañías "usando como base sus capacidades para enfrentar los mayores riesgos durante este período de transición".