No son comparables. Así lo ha diferenciado la agencia de calificación crediticia Standard & Poor´s (S&P) a España del resto de periféricos pues considera que ni los fundamentales económicos ni sus datos financieros se pueden asemejar a los de Grecia o Irlanda.

S&P ha resaltado que en España están creciendo los ingresos a un nivel adecuado y se llevan a cabo reformas estructurales que permitirán que el rating español se mantenga en “AA”.
Además, desde la agencia de rating recuerdan que la calificación de España sigue siendo de las más altas en la escala por lo que se mantiene la confianza en que es un país solvente.