Las Fuerzas Armadas de Ucrania informaron este mismo jueves de las primeras bajas tras el ataque, con más de una decena de militares y guardias ucranianos muertos en distintos puntos y unos 50 "enemigos" caídos en una localidad de Lugansk.
El Ejército ucraniano confirmó un "intenso bombardeo" en zonas del este de Ucrania y Zelenski y ha dado orden de "infligir el máximo posible de pérdidas a los invasores", según comunicados recogidos por la agencia UNIAN. Las fuerzas leales a Kiev también informaron del supuesto derribo de varias aeronaves rusas, algo que el Moscú negó.
Por su parte, la Unión Europea anunció que responderá con sanciones "masivas" a la agresión militar de Rusia contra Ucrania, asegurando que el presidente ruso, Vladimir Putin, "pagará" por un ataque "sin precedentes".
La reacción en la sesión del jueves fue de gran nerviosismo por parte de los inversores. Los descensos generalizados de las bolsas y las criptodivisas se impusieron, al tiempo que los diferenciales de crédito -la cotización de los bonos corporativos en relación a la deuda soberana con el mismo vencimiento- y las primas periféricas repuntaron. Los activos considerados refugio como el oro, los bonos soberanos de calidad y divisas como el yen japonés y el franco suizo elevaron sus precios.
El petróleo superó los 100 dólares por primera vez desde 2014 y el gas natural rebotó más de un 60% en la sesión. Las materias primas industriales como el aluminio o el níquel también repuntaron, lo mismo que el trigo, ya que Rusia es un importante exportador de estos productos y las sanciones económicas no se van a hacer esperar por parte de la Unión Europea y EEUU.
“Es una situación complicada para los mercados porque definitivamente hay guerra y al final eso llevará a que se impongan sanciones fuertes que puedan afectar al gas y petróleo. Los inversores ya están descontando que esa subida en las materias primas se traducirá en mayor inflación. Con lo que la inflación seguirá en aumento en un entorno en que se puede frenar el crecimiento económico. En este entorno lo mejor es aprovechar las caídas para deshacer de exposición a renta variable lo máximo posible. Los activos que se podrían ver beneficiados son las materias primas e incluso el mercado de bonos”, comenta el analista de IG Sergio Ávila.
“Me gusta el petróleo West Texas que puede alcanzar los 107 dólares por barril, el oro si supera los 1.960 dólares y la plata. La plata es al activo al que mayor recorrido potencial le veo. El bono alemán y estadounidense es interesante si las bolsas siguen cayendo. Veo correcciones de medio plazo”, comenta el analista de Apta Negocios, Roberto Moro.
En esta situación, el S&P 500 ha perdido soportes y la tendencia de corto plazo es bajista. Tras rebotar al 61,8% de Fibonacci ha perdido el soporte y ahora los 4.000 puntos son la zona a la que se podría dirigir. En el resto de índices de Wall Street, los analistas también apuntan que habría que vigilar los 13.000 puntos del NASDAQ que es clave y 31.600 puntos del DOW JONES Ind Average.
En las bolsas europeas, por su parte, habría que estar pendiente de los 13.300-13.360 puntos del Dax, los 3.500 puntos del EURO STOXX 50, los 6.290 puntos del CAC 40 francés y los 7.030 puntos del FTSE 100 de Londres que sigue cotizan por encima de la media móvil de 200 sesiones y que por su composición más ligada a la energía está siendo el índice que mejor se comporta este 2022.
“Alemania es el país más afectado por las sanciones a Rusia porque es el Estado europeo que más gas natural importa, la pérdida de soportes nos marca la pérdida del rango lateral por la parte inferior y el objetivo teórico mínimo más probable son los 13.360 puntos”, comenta Sergio Ávila.
En cuanto a la bolsa española, la clave está en que el IBEX 35 no pierda los 8.060 puntos, ya que si los pierde tendría mayores dificultades con Wall Street y el Dax en tendencia bajista. La pérdida del canal marcaría proyección bastante más abajo, podría detenerse en los 7.610 puntos, 7.470 puntos y los 7.030 puntos, que es una caída del 14%.
