En su intervención en unas jornadas sobre banca organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Rodríguez Inciarte aseguró que ABN Amro no ha conseguido que el grupo sea más eficiente que el conjunto de sus partes, y eso ha provocado que llegue alguien a intentar repartírselo para "sacar más rendimiento a cada una de sus partes". Precisamente, es el Santander, junto a Fortis y Royal Bank of Scotland, quien pretende comprar ABN Amro y dividirlo, con el objetivo de quedarse con el brasileño Banco Real y el italiano Antonveneta.Rodríguez Inciarte recordó en su exposición que el consorcio anunció hoy está "avanzando positivamente" en una oferta que se considera "muy fuerte", que está en disposición de formalizarla a principios de julio y que antes del término de la primera quincena de agosto los tres ofertantes celebrarán juntas para pedir a los accionistas su aprobación para la operación.Rodríguez Inciarte no quiso explicar si esto significa que han avanzado en sus negociaciones con Bank of America para hacerse con LaSalle o con el propio ABN Amro para que paralice su acuerdo de fusión con Barclays.Lo que sí dejó claro es que las relaciones del Santander con Bank of America, con quien comparte el control del mexicano Serfin, "son excelentes" y no tienen por qué verse afectadas por la pugna que mantienen por el estadounidense LaSalle "sea cual sea el fin de esta operación".Al margen del intento de compra del grupo holandés, el Santander sigue dispuesto a realizar nuevas adquisiciones, según Rodríguez Inciarte, quien manifestó que "si vemos algo que tiene sentido comprar lo haremos", aunque "tenemos plataforma suficiente para crecer de forma orgánica".Y es que, para el ejecutivo, "nadie puede permanecer quieto, porque los competidores están ahí" y "uno no puede dormirse los laureles".En todo caso, las compras tienen que contar "una enorme disciplina estratégica, porque hay enormes oportunidades y hay que ver cuál interesa" sin caer en "el coleccionismo del comprar por comprar", y también deben "mantener una extraordinaria disciplina financiera" para que tengan sentido estratégico y generen valor.Tras su intervención, el ejecutivo también defendió la estrategia de la entidad de desprenderse de su patrimonio inmobiliario en España y mantenerse en los inmuebles en régimen de alquiler, ya que es una "operación muy clara" que se explica por cuestiones regulatorias y fiscales."Es mucho mejor tener los inmuebles en alquiler que en propiedad", ya que así se pueden liberar recursos propios y utilizarlos en el negocio bancario, dijo Rodríguez Inciarte, quien negó rotundamente que esta decisión tenga que ver con la previsible desaceleración del mercado inmobiliario en España.Aunque de momento se ha limitado esta estrategia al mercado nacional, el vicepresidente del Santander anunció que estudiarán si en otros países existen las mismas ventajas fiscales que en España y, si es así, se acometerán más ventas en el extranjero.