La operación de Itínere era interpretada por los analistas como un respiro que restaría urgencia a Sacyr para vender su participación en la petrolera.

Sin embargo, De Pro confirmó que la venta de Repsol sigue adelante, aunque todavía no se ha llegado a ningún acuerdo, al tiempo que descartó que Sacyr tenga intención de vender Testa (filial inmobiliaria dedicada al alquiler) o Valoriza (filial de servicios), tal y como se ha rumoreado en el mercado.


Las acciones de Testa actúan como garantía adicional del crédito con el que se financió la compra del 20 por ciento de la petrolera, sin que por el momento haya estado pignorado el cien por cien de la sociedad, aunque si los títulos de Repsol bajan de 12 euros antes del 28 de diciembre o si caen por debajo de los 14 euros a partir de esa fecha, Sacyr deberá hacer nuevas aportaciones.

Sacyr, que anunció desinversiones para reducir su deuda de cerca de 12.476 millones de euros, negocia la venta de su 20% en Repsol, adquirido a través de un préstamo sindicado con 48 bancos que a cierre del pasado mes de septiembre presentaba un saldo de 5.143 millones de euros.