La empresa calcula que la decisión del gobierno alemán de abandonar la energía nuclear les ha costado 900 millones de euros. El beneficio neto atribuido fue de 1.590 millones de euros, un 22,2% menos.

RWE ha anunciado que su plan de desinversión se amplia hasta los 11.000 millones de euros, desde los 8.000 millones previstos en febrero, según informa Europa Press. La cifra de negocio de la compañía alcanzó en el segundo trimestre un 3,2% menos.