A diferencia de otras ocasiones, la reunión se celebrará en una sola jornada. Los mercados esperan que el FOMC tome medidas para enfrentar la peor crisis del sector inmobiliario en décadas, que provocó la multiplicación de deudores morosos y embargos y a una mayor rigidez en el otorgamiento del crédito que amenaza al conjunto de la economía.Cada vez son más los economistas que creen que el presidente del banco central estadounidense, Ben Bernanke, hará un gesto y bajará la tasa entre un cuarto y medio punto porcentual, y puede incluso dejar la puerta abierta a nuevos recortes.Bernanke
quiere reducir la presión sobre la economía, evitando un retorno a una situación de dinero fácil, que según algunos críticos, alentó la burbuja en el sector inmobiliario. Una baja de las tasas 'constituiría un esfuerzo para contener los peligros que pesan sobre el crecimiento', estima Robert DiClemente, economista del Citigroup que prevé una baja de las tasas de interés de medio punto porcentual. iClemente afirmó que el nivel actual de 5,25% es 'más que neutro' pues, según él frena el crecimiento. Si la Fed no flexibiliza su política monetaria, 'puede estar corriendo el riesgo de influir en forma negativa sobre la confianza de los inversionistas y de causar daños mayores a la economía'.Los economistas hacen cada vez más pronósticos poco alentadores como consecuencia de la debilidad de los indicadores.Un informe señala que la economía perdió 4.000 empleos en agosto en la primera contracción del mercado laboral en cuatro años
. Un descenso en la creación de puestos de trabajo probablemente afecte los gastos de consumo, el principal motor del crecimiento estadounidense.La Facultad de Administración de la Universidad de Los Ángeles, en su último informe, afirma que las actuales condiciones representan 'una experiencia cercana a la recesión', con una tasa de crecimiento en torno a 1% en el cuarto trimestre de 2007 y principios de 2008, volviendo a un crecimiento normal de cerca de 3% aplazado hasta 2009.