"No hay nada más doloroso socialmente que una familia expulsada de la vivienda donde tiene su hogar", dijo Quintás, para quien la iniciativa del Ejecutivo de Obama se justifica por su finalidad social, pero además cuenta con efectos colaterales beneficiosos para la economía, como la disminución de la morosidad y el aumento del gasto en consumo.

El presidente de la patronal de las cajas de ahorros eludió precisar cuál sería la carga a soportar por las entidades financieras y cuál la de las administraciones, algo que, a su parecer, debería tratarse entre las partes. "Este es un terreno virgen que les invito a estudiar", dijo ante la Cámara Baja.

Quintás explicó que la moratoria hipotecaria aplicada en España no reduce la carga de las obligaciones financieras de los hogares en situación de precariedad, sino que la aplaza, por lo que no incide positivamente en reducir la tasa de impago, ni en reactivar la economía a través del gasto en consumo.

El presidente de la CECA reconoció que el sistema financiero español registrará un deterioro más intenso de sus ingresos y de su morosidad que el de otros países debido al estallido de la burbuja inmobiliaria. "Estamos todavía empezando a ver sus efectos, y en España serán más graves que en otros países", advirtió.

No obstante, calificó de "leyenda urbana" que la exposición al ladrillo sea un problema exclusivo de las cajas. En cuanto a la construcción es mayor la de los bancos; en cuanto a los promotores -"el verdadero lugar de peligro"- es igual la de bancos y cajas, y en cuanto a la vivienda, es mayor la de las cajas, puntualizó.

HIPOTECAS A INMIGRANTES

Quintás aprovechó su comparecencia en la Cámara Baja para hacer un ejercicio de autocrítica al reconocer que si las cajas de ahorros han pecado de exceso ha sido en la concesión de hipotecas a inmigrantes, lo que puede incidir negativamente en la tasa de mora durante la crisis. La obra social "está en nuestro ADN y no nos avergüenza ni nos pesa haberlo hecho", aseveró.

Por otro lado, se mostró partidario de introducir modificaciones en la normativa contable, por considerar que la actual exagera el impacto de la crisis en términos de morosidad en las cuentas de resultados tanto de bancos como de cajas de ahorros, y que los acuerdos derivados de Basilea arrastran "errores tremendos".

"Hay que evitar caer en el error de que esto es un juego de trileros. No se trata de dejar de reconocer un daño que se ha producido, sino de no exagerarlo", especificó. En este sentido, indicó que en algunos casos, si una hipoteca lleva dos años en mora hay que provisionar por la totalidad de su valor. "Esto es irreal, me obliga a provisionar una pérdida que no voy a tener", apostilló.