Qantas también canceló su plan para contratar a 1.200 nuevos empleados y congelará el sueldo a los directivos después de que sus perspectivas de crecimiento para el presente año fiscal se redujeran a cero desde el ocho por ciento inicialmente estimado.Dixon explicó que la compañía aérea tomó la decisión para combatir la crisis mundial en el sector de la aviación por la carestía del petróleo, que la semana pasada superó por primera vez en su historia los 147 dólares por barril.Con esta iniciativa, Qantas protegerá sus restantes 36.000 puestos de trabajo, y mantendrá su posición competitiva para poder volver a crecer cuando la situación mejore en el futuro, según el jefe de la aerolínea.Pero la compañía aérea no anulará sus pedidos para adquirir nuevos aviones, como el Airbus A380, y el Boeing B787, más eficientes en el consumo de carburante, y comenzará en noviembre un vuelo directo entre Sydney y la capital argentina de Buenos Aires.Cerca del 35% de los gastos de Qantas se destinan ahora al combustible, y la cantidad se verá incrementada en 2.000 millones de dólares en los próximos doce meses, según datos de la empresa. El recorte de plantilla no será bien recibido por los empleados de Qantas, cuyos ingenieros llevaban en huelga desde hace tres semanas para pedir un aumento salarial, antes de suspender el paro por la visita a Australia del Papa Benedicto XVI.