Esa incertidumbre, puede, a su vez, afectar la oferta mundial de crudo, ya que tiende a frenar las inversiones en el sector, como ha ocurrido en el pasado.La OPEP recuerda que "los precios estuvieron muy bajos en la mayor parte de las décadas de 1980 y 1990", lo que tuvo "un impacto dramático en la industria petrolera", con caídas de las inversiones, estrategias drásticas de reducción de costes de producción, y, sobre todo, una pérdida de personal porque el sector no resultó atractivo a las nuevas generaciones de profesionales.Las consecuencias de ellos se ven hoy en los temores a que el abastecimiento futuro pueda no ser suficiente."Los precios bajos fueron malos para la industria petrolera y para los productores de crudo, pero a largo plazo también fueron malos para los consumidores", dicen los expertos de la OPEP."En efecto, al inicio del siglo actual", al afrontar una tendencia de crecimiento económico global, "el mundo no estaba preparado para el dramático aumento de la demanda de energía", sobre todo de China e India, recuerdan.Esta situación ha favorecido una extraordinaria escalada de los precios del crudo, y el barril de la OPEP ha subido de una media de 28 dólares en 2003, a más de 130 dólares en junio de 2008.Y ello a pesar de que, según insiste la organización, hoy por hoy "no hay escasez y los inventarios comerciales de crudo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) están en niveles comerciales"."Claramente, otros elementos diferentes de los fundamentos de la oferta y la demanda están en juego", afirma.Entre esos factores destaca, en primer lugar, la depreciación del dólar frente a otras monedas", como el euro, por ejemplo, pero también la especulación con contratos de futuros de petróleo, a los que el informe aludo como "comercio en barriles de papel"."El comercio en barriles de papel se ha expandido dramáticamente en los años recientes. Por ejemplo, la diferencia entre los barriles de papel comerciados en la NYMEX (Bolsa Mercantil de Nueva York) con los barriles físicos suministrados actualmente ha crecido de forma exponencial en los últimos cinco años"."En 2003, por cada barril físico se comerciaban seis barriles de papel, hoy esa relación aumentó hasta más de 18 barriles (de papel por cada barril físico), es decir, se triplicó", y esa relación aumenta aún más si se incluyen mercados de futuros no regulados, como Londres y Singapur, entre otros, se explica.También, a modo ilustrativo, el documento señala que "los activos colocados sólo en el índice de materias primas han aumentado de 13.000 millones de dólares a fines de 2003 hasta los 260.000 millones de dólares en marzo de 2008".En esos años ha habido al mismo tiempo otras múltiples evoluciones que han cambiado la estructura del mercado.El crecimiento económico y de la demanda energética en el mundo se han vuelto más resistentes a las subidas de los precios del crudo,Pero también han aumentado rápidamente los costes de producción, lo cual, junto a numerosos proyectos del sector que requieren grandes cantidades de capital, apunta a la necesidad de un nivel de precios más alto que en décadas pasadas.Según la OPEP, los costes marginales de producciones como la de biocarburantes o de crudo sacado de las arenas bituminosas "ahora se sitúan probablemente a más de 70 dólares por barril".Por todo ello, los expertos de la organización parten de la base que el precio del barril de la OPEP tendrá en los próximos años un piso de entre 70 a 90 dólares en términos nominales.Otro elemento que ha desempeñado un rol clave en el fuerte encarecimiento de los productos petroleros son los cuellos de botella en el sector del refino, que requieren "inversiones sustanciales en todas las regiones".La OPEP calcula que el planeta necesita aumentar la capacidad de procesamiento de productos destilados en 27 mbd adicionales, con una inversión total en el procesamiento de refino de más de 320.000 millones de dólares (con el tipo de cambio de 2007) hasta 2015, suma que asciende a 800.000 millones de dólares para el período 2007-2030.