A juicio del BCE los mercados, en general, han sido sumamente volátiles y sensibles a las noticias y rumores relativos a las variables fundamentales.Por el lado de la demanda, el BCE sostuvo que "la desaceleración de las importaciones de la OCDE se está compensando con un sólido crecimiento de la demanda de las economías emergentes".La subida de precios llevó a algunas de estas economías, incluido China e India, a reducir sus políticas de subvención, pero según el BCE "estas medidas no han tenido ningún efecto significativo a corto plazo sobre los precios mundiales del crudo y posiblemente, sólo repercutirá en la demanda a medio plazo".En cuanto a la oferta, el BCE opinó que la reunión celebrada a finales de junio por la OPEC para examinar la evolución de los precios "no se tradujo en soluciones capaces de aliviar la presión"."Arabia Saudí anunció un incremento de la oferta e inversiones para aumentar la producción, pero tampoco esto tuvo un impacto significativo en los mercados", sostiene el BCE en su informe.Respecto a los precios de las materias primas no energéticas, el BCE constató que en junio aumentaron, alcanzando niveles cercanos a los máximos históricos de marzo.Según el banco europeo, este incremento tuvo su origen, en gran parte, a una escalada de los precios de los alimentos, mientras que los precios de los metales se mantuvieron relativamente estables."Los precios del maíz, en particular, experimentaron una acusada subida que contagió a otras materias primas, sobre todo la soja y el trigo", recoge el BCE.En términos agregados, el índice de precios de las materias primas no energéticas se situó en junio casi un 27% por encima del nivel observado un año antes.