En un año el IPP ha subido un 5,2 por ciento, pero el indicador muestra una desaceleración de la inflación: en los 12 meses hasta septiembre el IPP había subido un 8,7 por ciento.
Si se excluyen los precios de alimentos y energía la inflación subyacente del IPP fue del 0,4 por ciento en octubre. La mayoría de los analistas esperaba una inflación subyacente del 0,1 por ciento.
Y si se excluyen los precios de alimentos y energía en un año, la inflación subyacente fue del 4,4 por ciento, la mayor desde 1989.

