"Estos sustanciales recortes de precios de la vivienda suponen al mismo tiempo buenas y malas noticias, puesto que para los propietarios y actores financieros representan una mayor erosión patrimonial y problemas potenciales para el mercado hipotecario, mientras que desde el punto de vista de aquellos compradores que no habían podido acceder al mercado de vivienda quizás supongan una bienvenida al verse secundados también por bajas tasas hipotecarias", ha señalado el director de OFHEO, James B. Lockhart.