Alitalia recibirá 311 millones en efectivo, y a éstos se sumarán después 57 millones por la sociedad Alitalia Servizi; 6 millones por Alitalia Airport; 20 millones por Alitalia Express; y 33 millones por la aerolínea de bajo coste Volare.

El resto de la compañía, aquejada de las mayores deudas, quedará bajo administración extraordinaria en un intento de reflotarla.

El proyecto industrial de la CAI se basa en la fusión con la otra aerolínea nacional, Air One, para crear, desde las cenizas de Alitalia, una nueva compañía aérea que tendrá 12.500 trabajadores (1.550 pilotos, 3.300 asistentes de vuelos y 7.650 entre técnicos, empleados y ejecutivos).

Para ello se prevé el recorte de 3.250 empleos y la no renovación de los cerca de 2.000 contratos temporales.

La CAI se apoyará también en un socio internacional (la compañía aérea alemana Lufthansa o la franco-holandesa Air France-KLM), que elegirá antes de finales de año.

Los sindicatos confederales han aceptado el nuevo convenio colectivo que ofrece la CAI a los trabajadores, mientras que las siglas autónomas, que representan a pilotos, asistentes de vuelo y personal de tierra -ANPAV, AVIA, UP, SDL y ANPAC- no aprobaron la propuesta.

Por ello, la CAI, sin contar con los sindicatos, está enviando en estos días el contrato a cada piloto para que lo firmen si quieren trabajar en la nueva aerolínea, recordó hoy Fantozzi.