"Será inevitable ver nuevas bajadas de calificación de crédito a nuestros bancos, lo que se traducirá en un mayor coste para futuras captaciones de dinero y una menor valoración de mercado de las que actualmente tengan en su cartera de otras entidades; los activos inmobiliarios de los bancos se irán incrementando bien por ejecución de impagados o bien por promociones en marcha, sufrirán un descenso en sus valoraciones más bien pronto que tarde y, en algunos casos, estos activos así como otros que aún son garantías de préstamos concedidos, siguen incluidos en balance a valores de tasación de finales del 2006 ó primeros del 2007. Por último, la morosidad acabará pasando factura, así como una falta de recuperación económica seguirá atacando a los márgenes de intermediación, empeorando los próximos resultados de las entidades financieras". Estos son los próximos capitulos de la nueva temporada de la banca como asegura Jorge Del Canto, analista independiente, quien hace hincapié en el reflejo en la cotizaciones de los bancos pues, "bajo este panorama no descarto que al sector aún le quede un buen tramo de caída en general". "No será difícil ver al
Santander o al BBVA
por debajo claramente de los 7 euros y pienso en un descenso de precios superior aún al 15% desde los precios actuales", señala.

Escenario más bien bajista para los bancos pero que no tiene por qué obviarse. Algo que no han hecho los hedge funds, los que más están aprovechando las caídas del sector bancario para tomar posiciones cortas pues, al fin y al cabo, ganar al alza como a la baja es parte del juego. Y donde más se juega parece ser que es en la banca mediana. Y es que "la banca doméstica española es muy jugosa para que los Hedge Funds se pongan cortos pues es una manera de jugar al empeoramiento de la economía española que es la moda en los tiempos que corren", reconoce, Alberto Castillo, analista jefe de Capital Bolsa.

"Cortos": ¿Cuáles son las reglas del juego?


En los últimos días, incluso semanas, no serán pocas las veces que haya escuchado prohibir o no posiciones al descubierto, apostar a corto, ataques bajistas de los hedge funds a la banca mediana... un conglomerado de términos que se están teniendo en cuenta a la hora de aprovechar el mal comportamiento de, en este caso, los bancos.

Una posición corta se refiere al caso en que la entidad o persona tenga una posición neta negativa de acciones, por cualquier medio: préstamo de acciones o instrumentos derivados. Dicho de otra forma, la posición que deja un beneficio neto en caso de descenso. Por otra parte, las posiciones al descubierto son aquellas que aún no se tienen cubiertas -pero que suponen la antesala para las posiciones cortas-. Esta última modalidad, posiciones al descubierto, "está prohibida en nuestro país", recuerda Del Canto. Además, las posiciones cortas deben ser notificadas en nuestro país, a diferencia de lo que ocurre en el resto de Europa. Fue la CNMV, mediante un acuerdo de su comité ejecutivo del 22 de septiembre de 2008, desde donde se estableció la obligación de comunicar aquellas posiciones cortas sobre las entidades financieras y aseguradoras, cuando el tamaño de la posición corta llegara a ser o superar el 0,25% del capital de la compañía sobre la que está la posición.

A lo largo de este año, especialmente en marzo y abril, ha crecido considerablemente el número de comunicaciones de posiciones cortas en la banca. La entidad que más posiciones cortas aglutina es Banco Sabadell (4,89%), seguida de Banco Popular (2,97%), Banco de Valencia (0,67%) y Bankinter (0,45%). Por su parte, Santander no tiene operaciones comunicadas en este año, pero las últimas son de abril de 2009 en las que se llega a tener constancia del 0,41% del capital mientras de BBVA se comunicaron en el mes de mayo del año pasado por un importe de 0,35% del capital. Las comunicaciones llegan también a Bolsas y Mercados donde ascienden al 6,11% y a Mapfre con 0,16%.

No obstante, "sucede que no hay información de operaciones más pequeñas y tampoco de las coberturas realizadas. Por otra parte, es difícil alcanzar la obligación de comunicación en grandes entidades, por lo que no se puede llegar a conocer el valor de las posiciones cortas. Pero pensar que este tipo de operaciones a la baja no son comunes a todos los Hedge founds y que no afectan al resto de bancos Europeos, es ser demasiado inocente a mi parecer", afirma Del Canto.

Durante la pasada semana asistíamos a la prohibición que establecía el Gobierno alemán sobre las posiciones al descubierto tanto de bonos alemanes como de las diez principales entidades del país. Una medida que retumbó en los mercados y aún hoy se especula sobre su posible extensión a otros países europeos. Pero hasta el momento, las reacciones no se han hecho esperar. Miguel Cedillo, gestor de Difbroker, asegura que “no se deberían regular este tipo de operativas ya que son instrumentos del mercado". Una opinión que comparte

Roberto Moro, analista independiente, quien reconoce que no le gusta que se prohiban estos movimientos “ya que son instrumentos financieros de los que muchos se han beneficiado tanto en el lado alcista como bajista y, si realmente los mercados quieren castigar a bancos alemanes o europeos lo van a hacer”. “Son mecanismo que han utilizado además los Hedge Funds en muchas ocasiones en contra de los inversores particulares, por lo que no me parece justo eliminar del mercado este mecanismo cuando las cosas parecen venir mal”, apunta. Y aún así, si de lo que se trata es de lograr reducir la volatilidad intradiaria -continúa- "tampoco las tengo todas conmigo de que podrá realizarse".

Recortes también en las recomendaciones

Tan sólo los dos grandes bancos se salvan, a duras penas, del tirón de orejas que en la pasada sesión dieron los analistas de Crédit Suisse a toda la banca española. Mientras Banco Santander se llevaba una recomendación de Sobreponderar aunque sufría, como el resto, la rebaja de su precio objetivo a 12,15 euros desde 12,50 euros, BBVA veía su consejo en Neutral con un precio objetivo de 12,15 euros desde los 12,70 anteriores. Golpe más duro es el que ha vivido la banca mediana. Los brokers franceses reducían hasta infraponderar los títulos de Banesto a un precio objetivo de 7,15 euros desde 7,75. Misma recomendación de infraponderar para las acciones de Banco Popular -recorta su precio objetivo a 5,00 euros 5,50 euros-, para los títulos de Bankinter - a un precio objetivo a 4,6 euros desde 5,00 euros- y Banco Sabadell.

La visión bajista de los bancos no gana detractores, tampoco desde el punto de vista técnico. Como explica Cedillo, “Bankinter está tanteando los mínimos, el rebote que tuvo le sigue llevando a zonas mínimos en 4,74 euros, y rebota con poca fuerza desde los 4,50 euros, por lo que puede seguir cayendo perfectamente”. “La resistencia mas fuerte está en la zona de 5,86 euros”, señala. En lo que respecta a Banco Popular, cuenta con un aspecto similar que Bankinter “aunque no tan duro". "Popular está en zona de soporte que, de perderlo podríamos verlo en la zona de 3,19 euros por acción”.


“No” unánime a la supresión del dividendo

Siguen los toques de atención a la banca pero no sin polémica. Y es que en plena discusión sobre la reforma que necesita el sistema bancario, el Comité de Supervisión de Basilea quiere introducir una nueva medida con la que controlar los dividendos que paga el sector. En concreto, los reguladores, quieren imponer restricciones a la retribución de beneficios a los accionistas con el objetivo de que bancos y cajas generen colchones de capital con el que reforzarse ante la crisis. Y es que si la entidad tiene provisiones menores al 25% de su capacidad, deberá dedicar el 100% de sus beneficios a reforzar su solvencia.

Sin que se haya dado luz verde a esta propuesta, las respuestas no se han hecho esperar y la medida ha sido rechazada de forma contundente por el sector. Y no es para menos. Decir adiós a los dividendos sería sinónimo de despedir uno de los reclamos más atractivos de las acciones de la banca para los inversores. Esta es la denuncia que emana de la CECA desde donde reconocen, además, que los reguladores deberían tener en cuenta que los bancos tienen que competir en un escenario no sólo con el resto de entidades financieras sino con todas las compañías del mercado a la hora de obtener capital nuevo”.

Entre las compañías que más rentabilidad por dividendo ofrece en 2010 es Banco Santander que asciende al 5,77%. Si en este año, la entidad presidida por Emilio Botín pagará a sus accionistas 0,60 euros por acción, se espera un incremento para los próximos: en 2011 se prevé un pago de 0,66 euros mientras en 2012 asciende a 0,69 euros por título. Sin embargo, durante 2009 fue Banco Popular la entidad que mayor rentabilidad por dividendo ofreció y que se situó en el 7,84%, seguido de Banesto que se situó en el 5,37% y Bankinter que ascendió al 3,76%.