Los acuerdos de fusión deberán ser ratificados posteriormente en las asambleas generales de ambas cajas de ahorros. Este apoyo está asegurado en la BBK con los votos de PNV, EA y CCOO, pero no en la Kutxa.

La nueva sociedad, según ha informado ambas cajas en un comunicado, tendrá su domicilio social en Bilbao. La sede de la capital vizcaína estará orientada a la actividad económico financiera, mientras que la de San
Sebastián se centrará en la actividad social.

Las entidades fundadoras de las dos cajas (ayuntamientos y diputaciones) tendrán una participación paritaria en los órganos de gobierno de la nueva caja.

Aportación de cada una

La aportación de la BBK a la nueva entidad será del 60% y la de la Kutxa del 40%, porcentajes calculados "en función de los activos totales consolidados, solvencia en términos de patrimonio neto consolidado, rentabilidad en términos de beneficio neto atribuido al grupo y obra social, en términos de aportación anual a la misma".

El acuerdo establece un compromiso de inversión en obra social del 30% del beneficio anual. La obra social será gestionada por una Fundación con sede en San Sebastián.

Durante el periodo transitorio, los órganos de gobierno de la nueva caja estarán constituidos por una Asamblea General, un Consejo de Administración, una Comisión Ejecutiva y una Comisión de Control integrados por los miembros correspondientes de las cajas fusionadas.

El presidente de la actual BBK, Xabier de Irala, actuará como presidente de la nueva entidad, y el de la Kutxa, Xabier Iturbe, actuará como vicepresidente.

También se constituirá una Comisión de Coordinación de la Fusión encargada de supervisar las diferentes actuaciones que se lleven a cabo y coordinar los equipos de trabajo.