Siguen las especulaciones en torno a cuál podría ser la mejor solución para Grecia. La idea de aplazar el cobro de sus bonos siete años propuesta por el ministro alemán de finanzas, Wolfang Schauble, no gusta a dos de las principales economías que más perjudicadas podrían verse: Irlanda y Portugal.

La idea que lanzan las agencias de calificación crediticia es clara: cualquier cambio en las condiciones para los tenedores de bonos de Grecia -como sería aplazar su vencimiento- serviría de modelo para los otros dos países rescatados. Su efecto más inmediato sería la rebaja de calificación. Algo que no suena a buena noticia si se piensa  que tanto Irlanda como Portugal tienen una deuda calificada en un escalón inmediatamente superior al bono basura, sólo apto para especuladores. Una categoría en la que ya está hundida Grecia.

Los CDS- seguros ante riesgo de impago- de Portugal hoy muestran su cara menos amable al cotizar cerca de sus máximos. Una cotización que se encuentra en 693.7 puntos, que supone una revalorización de más del 14%.