El RBS podría recibir fondos públicos de hasta 20.000 millones de libras (25.721 millones de euros), mientras que el Lloyds TSB y el HBOS podrían recibir hasta 17.000 millones de libras (21.851 millones de euros).Aparte de comprar las nuevas acciones ordinarias emitidas que no sean adquiridas por inversores privados en las distintas ampliaciones de capital de estos bancos, el Gobierno británico se comprometió a comprar también grandes paquetes de acciones preferentes, que no conceden derechos de voto pero que conllevan un interés fijo del 12 por ciento durante cinco años.Tras la aportación de los fondos públicos, cuya cuantía total dependerá de la liquidez que logren los bancos de inversores privados, el Gobierno británico podría controlar alrededor del 60 por ciento del RBS y algo más del 43 por ciento del nuevo grupo formado por el Lloyds TSB y el HBOS.El malestar de una parte del sector bancario británico se debe a que el Gobierno exigió que los bancos no den dividendos a sus accionistas hasta que las acciones preferentes sean canceladas.Funcionarios del Ministerio de Economía señalaron ayer, sin embargo, que la prohibición sólo es irrevocable durante el primer año y que podría ser levantada posteriormente si los bancos devuelven grandes cantidades de dinero al Gobierno y si eso va en beneficio de los intereses de los contribuyentes.Pese a ello, Darling reiteró ayer que los bancos se acogieron al acuerdo de forma voluntaria y negó que esto suponga un cambio en los planes del Gobierno.