Por su parte, Washington está intentando decidir cuánto más dinero proporcionar a General Motors. Esta empresa indicó a la SEC, basándose en la auditoría de Deloitte & Touche, que las pérdidas financieras, el retroceso de las acciones así como "la incapacidad para generar suficiente dinero" para cumplir sus "obligaciones" y sostener sus operaciones "genera dudas sustanciales".

A finales de febrero, GM dijo que en 2008 perdió 30.900 millones de dólares, que se suman a los más de 43.000 millones de pérdidas de 2007, poco después de presentar un Plan de Viabilidad al Departamento del Tesoro en el que planteaba que podría necesitar hasta 30.000 millones de dólares de ayudas públicas.

"Nuestro futuro depende de nuestra capacidad de ejecutar nuestro Plan de Viabilidad con éxito o encarar estas materias de otra forma", añadió la empresa.

"Si no lo hacemos, por la razón que sea, no seríamos capaces de continuar y potencialmente podríamos ser forzados a solicitar ayuda bajo el Código de Quiebras de Estados Unidos", advirtió GM.

De otro lado, el sindicato Canadian Auto Workers (CAW) anunció hoy el inicio de negociaciones con General Motors Canadá para establecer posibles concesiones que ayuden a mantener las operaciones del fabricante en el país.

El presidente del sindicato, Ken Lewenza, dijo hoy en Toronto que las negociaciones servirán para tratar de llegar "a concesiones para mantener la ventaja de inversión" que tiene Canadá respecto a Estados Unidos.

El Gobierno canadiense se ha comprometido a facilitar ayuda financiera a General Motors y Chrysler (siguiendo los pasos de Washington) a cambio de planes de reestructuración que aseguren la viabilidad de las empresas.

Precisamente los ministros canadienses de Finanzas, Jim Flaherty, e Industria, Tony Clement, viajaron hoy a Washington para reunirse con el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, en un intento para coordinar la respuesta gubernamental a la crisis del sector.

La abierta mención de la suspensión de pagos fue recogida por los inversores en Nueva York. GM fue uno de los grandes perdedores de la jornada de hoy en Wall Street.

Sus acciones bajaron el 15,45% y cerraron a 1,86 dólares, tras conocerse la posición de Deloitte & Touche.

La empresa ha evitado presentar la suspensión de pagos exclusivamente gracias a que Washington le concedió a finales de 2008 un total de 13.400 millones de dólares en préstamos para realizar desembolsos a proveedores y empleados.

Pero, para acceder a más fondos, GM tiene que convencer antes del 31 de marzo al Departamento del Tesoro, cuando las autoridades federales deben aprobar su Plan de Viabilidad, de que merece la pena rescatar a la compañía.

La empresa señaló en su informe anual que la declaración de suspensión de pagos tiene "riesgos sustanciales".

A la cabeza de la lista presentada por GM se encuentra "la erosión de la confianza de los consumidores en nuestra capacidad para proporcionar repuestos y servicios en el largo plazo", lo que provocaría "una caída significante y precipitada de nuestros ingresos".

GM también señaló que "una significante caída de los ingresos pondría en peligro la viabilidad de nuestros concesionarios y proveedores, amenazaría la capacidad de GMAC (su brazo financiero) para financiarse y dañaría su capacidad para proporcionar financiación".

La empresa advirtió que ante esta situación se vería forzada a proceder a la liquidación, los tenedores de deuda sufrirían significantes pérdidas y los intereses de los actuales accionistas "serían completamente eliminados"