Quintás añade que esas dotaciones afectarían lógicamente a los beneficios de este año, pero si en el 2008 la crisis se despeja, entonces en ese momento los beneficios serían mayores al poder recuperar esas provisiones.El banquero recuerda que hasta este momento los bancos mundiales han tenido que amortizar 60.000 millones de dólares (41.000 millones de euros) debido a las pérdidas generadas por los antes rentables y ahora fallidos instrumentos estructurados respaldado por hipotecas de alto riesgo. Añade que analistas de todo el mundo estiman que esa cantidad podría llegar en los próximos meses a los 500.000 millones de dólares (unos 340.000 millones de euros).
Posibilidad de empeoramientoJuan Ramón Quintás asegura que la crisis podría empeorar debido a que aún no se conoce el alcance del problema y a que posibles aumentos de morosidad en Estados Unidos podrían traer otra gran ola de crisis. Según él, muchos analistas, incluidos conservadores, ya se atreven a hablar de una posible recesión en la economía de Estados Unidos.Ese riesgo podría verse incrementado por el cálculo de un descenso de dos billones de dólares (1,36 billones de euros) en el volumen de créditos tras la crisis, debido a los problemas de liquidez, lo que está endureciendo la concesión de créditos en todo el mundo tanto a particulares como a empresas.Para Quintás, el problema de la crisis actual se debe a lo imprevisible que se presenta, frente a otras dificultades financieras del pasado, y al tiempo, ya que no se sabe con cuánto se dispone. "Estamos ante una hemorragia no controlada que no se sabe cómo puede acabar", asegura.Soluciones y medidas tomadas
Sin embargo, también señala que los agentes financieros ya buscan soluciones, después de haberse negado a la existencia del problema (los bancos centrales se concentraban en la inflación en verano) y haber buscado culpables.Quintás afirma que las medidas tomadas hasta ahora, como la inyecciones de liquidez o el súper fondo creado por los tres mayores bancos en Estados Unidos, son una "aspirina para bajar la fiebre", pero no solucionan el problema. Cree que hará falta un buen paquete de medidas, "aún no diseñado y muy complicado de hacer", para que se pueda solucionar el problema.El presidente de la CECA agrega que la crisis hará menos cómoda en España el cambio de ciclo del sector inmobiliario al industrial, puesto que la situación es ahora más adversa que hace un año.No obstante, ha augurado que la economía española podrá seguir creciendo, si no empeora la crisis, a un ritmo del 2,5%, después de casi 15 años con un crecimiento "impresionante".Posibles movimientos corporativosEn cuando a las cajas de ahorro españolas, destaca que éstas ya estaban trabajando para hacer frente a la crisis y que habían disminuido hasta el pasado octubre su ratio de créditos sobre depósitos hasta el 18,9%, frente al 26,6% del mismo periodo del 2006. Además considera que la crisis puede ser una gran oportunidad para crecer para algunos bancos españolas, como uno del "norte del país", en clara referencia al Banco Santander.Según él, alguna compra de esa entidad, gracias a los precios actuales y a la fortaleza del euro, podría llevarlo al "top cinco" en el ránking de bancos mundiales por capitalización, frente a la séptima plaza que ocupa actualmente.El máximo dirigente de la CECA dijo que las cajas españolas podrían tener opciones de compra en Estados Unidos y algunos países de Europa.