Si fructifican las integraciones ya en marcha, el censo de cajas de ahorros se verá reducido en un 25%, porcentaje que podría llegar hasta el 50% en caso de que estas operaciones se amplíen a otras entidades financieras, escenario previsible, según Ontiveros, que presentó hoy un estudio sobre 'Rescates y la Reestructuración bancaria' en España elaborado para la Fundación Alternativas.

Ontiveros se refería así a los siete procesos de integración en marcha: la integración de Caja Castilla-La Mancha (CCM) en Cajastur; la fusión 'virtual' de Caja Navarra y Caja Canarias; la de Caja Rioja, CAI y Caja Insular de Canarias; la de las cajas andaluzas, las de las cajas de Castilla y León y las dos concentraciones de cajas catalanas.

"No sería de extrañar que el censo de cajas se redujese a la mitad", consideró el presidente de AFI, para quien la reestructuración permitirá acelerar ajustes que había que abordar, como la sobrecapacidad del 25% en la red en España, compuesta por 45.000 sucursales, después de que en los últimos cuatro años se abrieran cinco oficinas cada día, mientras que el negocio bancario avanza por canales de distribución alternativos como Internet o el teléfono móvil.

Sobre si la eventual desaparición de 11.250 sucursales entrañará la eliminación de empleos a razón de cinco por cada oficina, el experto desechó este cálculo al destacar que algunas entidades financieras, sobre todo las de mayor tamaño, cuentan con una importante concentración de trabajadores en los servicios centrales.

Sin embargo, el director general de AFI, Daniel Manzano, reconoció que el adelgazamiento de oficinas entrañará, previsiblemente, una reducción de costes de explotación, incluidos los 'físicos', que podría situarse en el entorno del 20%, y podría llevarse a cabo mediante prejubilaciones, entre otras soluciones.

Ontiveros lamentó la lentitud con que se está realizando la reordenación bancaria, ya que hasta que no resuelva ésta, el sector bancario no se encontrará en disposición para contribuir a la recuperación económica, y sin ella padecerá el deterioro de los activos inmobiliarios en su cartera, círculo vicioso que habría que atajar cuanto antes.

AUTORIDADES "LENTAS Y ESCRUPULOSAS"


"Sería deseable un papel más activo", respondió Ontiveros al ser preguntado sobre el papel desempeñado por las autoridades españolas que, a su parecer, se han mostrado "demasiado escrupulosas" tanto en el tipo de actuaciones llevadas a cabo como en el ritmo que han imprimido a éstas, frente a países europeos que inyectaron capital en las entidades o elevaron la protección a los depósitos de forma inmediata.

Según los cálculos de AFI, si la tasa de paro supera el 20% la morosidad del sistema financiero podría dispararse hasta el 8%, umbral que llevaría a algunas entidades financieras a registrar pérdidas en 2010.

El elevado nivel de desempleo despierta "inquietud" sobre la calidad de los activos bancarios en España dada la relación directa entre paro y morosidad, explicó Ontiveros. No obstante, consideró que "no hay que llevarse las manos a la cabeza por pérdidas bancarias" y que "con la que está cayendo lo extraño sería que hubiera un aumento de los beneficios".

A la luz del progresivo deterioro de los activos financieros y su evolución paralela al paro, el experto subrayó que la reestructuración financiera en España "sería más fácil si se hubiese hecho antes", y apuntó a la posibilidad de que Bruselas considere ayuda de Estado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Asimismo, consideró "posible" que la retirada de los estímulos para la reactivación de la economía tanto por parte de la UE como del Banco Central Europeo (BCE) se produzca antes de que haya finalizado la reestructuración financiera en España y la economía vuelva a la senda de la recuperación. "Existe riesgo para el sistema bancario y para el crecimiento de la economía", sostuvo.