Según esas previsiones, todas las grandes economías de la Unión -Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia y España- conocerán la recesión, pero desde entonces las perspectivas han empeorado.

El Gobierno español, por ejemplo, aplicó esta semana un severo recorte a sus propias previsiones y anunció que la economía española se contraerá en 2009 por primera vez en dieciséis años, el 1,6%, al tiempo que el déficit se disparará hasta el 5,8% y se seguirá destruyendo empleo.


También la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha alertado de que la economía de la zona del euro afronta "serios riesgos" y ha vaticinado que el crecimiento seguirá débil hasta 2010.

En cuanto a la situación presupuestaria, España no será el único país que incurrirá este año o el próximo en un déficit superior al límite del 3% del PIB que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Como consecuencia de la crisis y de las ayudas millonarias al sector financiero y a la economía en general, el proceso de saneamiento de las finanzas públicas europeas se ha visto interrumpido bruscamente en toda la UE y es más que probable que la Comisión Europea tenga que abrir procedimientos por déficit a diversos estados miembros en los próximos meses.