Sin embargo, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Eslovenia, Austria, Polonia, Grecia e Italia ya se han visto afectados, igual que otros países no comunitarios como Serbia o Macedonia.
El caso más grave de momento sigue siendo el de Bulgaria, que depende de las importaciones de gas ruso en más de 90 por ciento, pero otros como Italia, que sólo lo hace en un 27 por ciento, también han resultado perjudicados.
Países como España, Irlanda y el Reino Unido figuran entre los menos expuestos a la crisis ya que no importan gas de Rusia.
El Ejecutivo comunitario recalca que el prestigio de Rusia como país proveedor y de Ucrania como país de tránsito fiables queda en entredicho ya que están violando los contratos de abastecimiento que tienen con la UE, algo "inaceptable", según Tarradellas.

