Las pérdidas de Infineon se deben principalmente a los números rojos de su filial Qimonda (519 millones de euros) en la que tiene una participación del 77,5 por ciento.
Infineon quiere desprenderse de Qimonda, su división de Memoria de Acceso Aleatorio Dinámico (DRAM en inglés), y ya no contabiliza en sus actividades principales.
El presidente de Infineon, Peter Bauer, dijo que "la crisis financiera y la ralentización general de la coyuntura mundial han tenido efectos en la demanda en todos los mercados objetivo de Infineon".
Bauer pronosticó una caída del volumen de negocios del 30 por ciento en el primer trimestre fiscal de 2009, frente al trimestre anterior.
En la bolsa de Fráncfort, las acciones de Infineon han llegado a desplomarse casi un 25 por ciento en el índice selectivo Dax 30 tras conocerse estos resultados y pronósticos.

