Las acciones de Grifols ceden un 0,43% hasta los 11,45 euros en la mañana de este martes, poniendo fin a una racha alcista de tres días. En lo que va de año el valor sube un 6,5%, con la capitalización bursátil rozando los 4.900 millones de euros. Tras un comienzo de año muy débil, la compañía de hemoderivados se ha dado la vuelta completamente en mayo, con una revalorización de un 23,2% en el mes, tras conocerse que el presidente Thomas Glanzmann ha sumado el cargo de consejero delegado.
Todos los focos apuntan ahora a la Comisión Europea, que podría autorizar la venta de plasma en la Unión Europea a partir de junio. El 27 de junio se votará un texto que podría permitir remunerar a los donantes de plasma, buscando reducir la dependencia que tiene Europa de esta materia.
Con el objetivo de eliminar la dependencia de terceros países (superior al 30% actualmente) y consecuentemente reducir la posibilidad de desabastecimiento de fármacos críticos, la Unión Europea votará el próximo 27 de junio sobre una nueva directiva que podría permitir compensar a los donantes por los costes incurridos y el tiempo dedicado a la donación de plasma (manteniendo el principio de altruismo/evitando el beneficio financiero), como ya ocurre en algunos países.
“La nueva directiva europea podría beneficiar el negocio de la compañía, facilitando el acceso a la materia prima (plasma humano) a la vez que abaratando su coste”, considera Álvaro Arístegui, de Renta 4. El experto destaca que “es una vieja reivindicación tanto de Grifols como del resto de la industria, ya que se entiende que elevaría la disponibilidad de plasma, reduciendo la dependencia de terceros países, a la vez que, muy posiblemente redundará en reducciones de coste y consecuentemente beneficiará los márgenes de la compañía”.
Sin embargo, Pedro Echeguren, analista de Bankinter, hace una valoración negativa de la noticia. “Aunque aumentaría el suministro de plasma gracias a la creación de un nuevo mercado en Europa, lo negativo es que Grifols, al igual que sus rivales, tendrían que pagar por este plasma ante una previsible reducción de las donaciones gratuitas”.
“En Alemania, Austria, Hungría y República Checa coexiste un modelo de donaciones con otro de pago y, se estima que el 62% del plasma recogido en Europa procede de donaciones”, recuerda.
Según los datos recopilados por Reuters, los analistas esperan que la racha se mantenga a largo plazo. Las casas de análisis que cubren al valor le dan una recomendación de ‘comprar’ y un precio objetivo medio de 17,23 euros, lo que supone un potencial alcista de un 49,6% respecto a la cotización actual.