En este sentido, incide en que, contrariamente a su expectativa de que la economía española apenas iba a registrar cambios en el segundo trimestre de 2011, el PIB aumentó un 0,2% en comparación con el trimestre anterior, cuando se incrementó un 0,4%.

Según la agencia, una fuerte e inesperada contracción del 3,7% en las importaciones y una menor descenso en las exportaciones, del 1,9%, contribuyeron positivamente a este crecimiento. Además, lograron más que compensar el continuado descenso en la inversión de capital y el débil crecimiento en el consumo privado.
Más pesimista que el Gobierno

Las previsiones de la agencia de calificación son ahora aún más pesimistas que las del Gobierno, que prevé un crecimiento de la economía española del 1,3% y del 2,3% para 2011 y 2012, respectivamente.

Sin embargo, la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Elena Salgado, ya reconoció que si las previsiones se hicieran ahora, "es posible" que los datos no coincidieran con las estimaciones que se realizaron en su momento.

Por otro lado, la agencia de calificación incide en que el desempleo es "elevado" y viene acompañado de un sector inmobiliario "altamente endeudado", lo que está afectando a la demanda interna.

En concreto, prevé que la tasa de paro se sitúe en el 21,1% en 2011, aumente hasta el 22,1% en 2012 y vuelva a descender al 21% en 2013.