Éstas perdidas están muy por encima de los 47,5 millones que vaticinaban los analistas.


También
los ingresos cayeron un 11% hasta los 5.901 millones de euros en el primer semestre.

Los resultados negativos viven acuciados por las débiles condiciones del negocio en España y Reino Unido. La rentabilidad continuó bajo presión por una menor actividad de la filial británica de aeropuertos BAA, la caída del tráfico en sus autopistas, las fluctuaciones de las divisas y el deterioro del mercado de la construcción en España.