Bruselas ha advertido de que permitirá a las autoridades españolas adoptar esta medida pero que permanecerá "vigilante" para asegurarse de que no se trata de una medida "desproporcionada". España tendrá que informar periódicamente del progreso e impacto de la medida y el Ejecutivo comunitario podría retirar la autorización que considera que no está aliviando la presión en el mercado laboral español o que se trata de una iniciativa abusiva.

El Gobierno notificó al Ejecutivo comunitario el pasado 28 de julio su intención de reintroducir los permisos de trabajo para los ciudadanos de este Estado miembro y basó su decisión en las dificultades del mercado laboral español. Bruselas advirtió en un principio de que no se podían reintroducir restricciones a un país de la Unión Europea al que se le habían retirado anteriormente, pero admitió que existen salvaguardas para especificidades muy concretas.