Elena Salgado, como vicepresidenta segunda económica, y Manuel Chaves, al frente de una nueva vicepresidencia de Cooperación Territorial, encabezan los cambios acometidos hoy en el Gobierno por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que incluyen la entrada de otros cuatro nuevos ministros.

La hasta ahora titular de Administraciones Públicas, Elena Salgado, sustituye a Pedro Solbes como vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, mientras que el ex presidente andaluz Manuel Chaves asume una tercera vicepresidencia, de nueva creación.

Mientras tanto, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, estará al frente del Ministerio de Fomento en lugar de Magdalena Álvarez, y el presidente de la Conferencia de Rectores, Ángel Gabilondo, será el nuevo ministro de Educación, en sustitución de Mercedes Cabrera.

La actual secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, ha sido nombrada por Zapatero nueva ministra de Sanidad y Políticas Sociales, en un departamento que agrupará las competencias que antes dirigían Bernat Soria y Mercedes Cabrera, respectivamente.

Por último, la presidenta de la Academia Española de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Ángeles González-Sinde, ocupará la cartera de Cultura, hasta ahora en manos de César Antonio Molina.

Según ha explicado Zapatero en rueda de prensa, el Ministerio de Educación integrará la Secretaría de Estado de Universidades, mientras que el Consejo Superior de Deportes pasa a depender directamente del presidente del Gobierno.

Zapatero ha justificado hoy la remodelación de su Ejecutivo por la necesidad de un "cambio de ritmo" ante el actual contexto político y la situación económica. Zapatero se ha expresado así en la conferencia de prensa que ha ofrecido en el Palacio de la Moncloa para anunciar la remodelación de su Gabinete.

Un nuevo impulso a la gestión de la crisis

El presidente del Gobierno, espera que el nuevo Ejecutivo que hoy ha anunciado dé un "nuevo impulso" y "mayor fortaleza" en la gestión de la crisis, que entra en una "fase decisiva". El presidente del Gobierno justificó los cambios anunciados porque, señaló, se basan en la convicción de que el contexto político y la situación económica demandan un "cambio de ritmo" que requiere tanto el citado impulso como la mayor fortaleza del Ejecutivo.

Además, recordó que en esta nueva etapa que se inicia habrá un momento "singular" en el primer semestre de 2010, cuando España asuma la Presidencia de turno de la UE.

El jefe del Ejecutivo subrayó que hay que "luchar contra la crisis que tenemos encima", pero al mismo tiempo se debe pensar en el modelo de crecimiento que España debe tener en el futuro, para el que habrá que articular nuevas formas de producción y trabajo y potenciar, entre otras cosas, las energías renovables.

El presidente se comprometió a que el nuevo equipo trabajará de forma conjunta al señalar que "todos estamos para sudar la camiseta al máximo" y "sacar más energía que nunca" para afrontar esta "dura" y "grave" crisis.

Insistió en este sentido en que la lucha contra la crisis sigue siendo la "máxima prioridad" de su gabinete, si bien recordó que el Ejecutivo ya ha tomado decisiones de "gran trascendencia" y ha aprobado numerosas medidas, más que en otros países, que suponen el 2 por ciento del PIB.

Además, subrayó, España ha hecho valer la "solidez" de su sistema financiero y el control y la regulación del Banco de España, que cuando ha sido necesario ha tomado "medidas extraordinarias para prevenir posibles inestabilidades", en clara alusión a la intervención de Caja Castilla La Mancha (CCM).

Zapatero explicó que ahora, en esta nueva etapa, España debe asumir el mandato dado en la última cumbre del G20, que convoca a todos los gobiernos del mundo a un cambio de ritmo en la dirección de las políticas económicas.

La reunión de Londres, añadió, ha dado un "gran paso adelante" y ha marcado un "punto de inflexión" sobre cómo ha de ser la economía del futuro para que las causas que han provocado esta crisis "no se reproduzcan nunca más".