La CE aceptó ayer revisar las reglas sobre las ayudas públicas a la banca para facilitar las operaciones de recapitalización de entidades, ante las quejas de países como Francia y Alemania, que han llegado a acusar a Bruselas de dificultar la superación de la crisis financiera. "La realidad es que todavía no tenemos un mercado único en el sector financiero en Europa" y en este contexto, añadió Sáenz, "me preocupan mucho" las acciones unilaterales de algunos países para apoyar a sus bancos.

Incidió en que, cada país, probablemente por sus propias prioridades, está adoptando medidas concretas y específicas para sus propios sistemas bancarios, sin coordinarse con los demás. "No sé a quién culpar", admitió Sáenz, pero la cuestión es que cada país está haciendo cosas distintas, tanto a la hora de ofrecer liquidez a las entidades como en las operaciones de recapitalización. El máximo ejecutivo del Santander rehusó identificar a los países a los que dirige sus críticas y se limitó a señalar que, desde su punto de vista, el sistema británico es el más transparente de Europa. Insistió en que "la tentación política para algunos países o gobiernos de inyectar vitaminas a su sistema financiero, para que sea más sano que el resto después de la crisis, es real".

Por eso, Sáenz pidió al ejecutivo comunitario y, en concreto, a la responsable de Competencia, la holandesa Neelie Kroes, que sea "muy activa sobre ese tipo de posibles acciones"