Las compañías catalanas del Ibex 35 fueron anunciando cambios en sus sedes sociales y sólo la farmacéutica Grifols especializada en los hemoderivados resiste desde entonces con su sede en Sant Cugat del Vallés (Barcelona). El 65,8% de facturación de Grifols la obtiene en sus negocios de EEUU y Canadá, mientras que un 15,8% lo obtiene en la Unión Europea y un 16,9% en los países emergentes. Grifols, sin embargo, tiene en Dublín su tesorería y su área financiera desde 2015.

Jordi Gual, presidente no ejecutivo de CaixaBank, apuntó durante la presentación de sus resultados anuales que la decisión del banco de trasladar su domicilio social a Valencia no tuvo nada de sobrerreacción y que una entidad financiera está obligada a garantizar la seguridad jurídica de sus clientes y accionistas y calificó el traslado como “difícil pero acertado dada la situación que se había generado”. El objetivo de CaixaBank y Sabadell que se fue a Alicante era seguir bajo el amparo del Banco Central Europeo (BCE) y sus líneas de liquidez, algo que no ocurriría en una Cataluña independiente fuera de la UE.

 

Jordi Gual, presidente de CaixaBank y Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank.

 

El mismo paso dieron la entonces Inmobiliaria Colonial, Gas Natural Fenosa, ahora renombrada como Naturgy, Cellnex o Abertis, por aquel entonces aún en bolsa y bajo el control accionarial de Criteria Caixa, pero hacia Madrid. En el mercado continuo algunos traslados fueron los de la aseguradora Catalana Occidente, Oryzon, Nextil, Naturhouse, eDreams Odigeo y Service Point.

Entre las empresas no cotizadas destaca Codorníu con su traslado a Haro (La Rioja), Pastas Gallo, Planeta, Bimbo, San Miguel o entidades como Banca Mediolanum o Arquia.

En total, 3.854 empresas han salido de Cataluña desde el 1 de octubre de 2017, según asegura el estudio sobre cambios de domicilio publicado por la consultora Informa, con datos del Registro Mercantil. Hasta el 30 de septiembre la facturación conjunta de las empresas que salieron de Cataluña ascendía a más de 83.260 millones de euros. El 78,05 % de estos ingresos se fueron a Madrid y el 15,60 % a la Comunidad Valenciana.

Los meses con mayor número de salidas fueron diciembre y enero con 813 y 863 respectivamente. Desde entonces los cambios de sedes van disminuyendo, salvo en mayo que mostró un repunte y este mes de septiembre cuando volvieron a aumentar.

 

 

Cataluña también ha perdido 29.467 millones en depósitos desde el segundo trimestre de 2017, según los datos del Banco de España. Los datos del organismo público apuntan que el ahorro de Cataluña a través de los depósitos es del 13% frente al 15% que suponía antes del referéndum del 1 de octubre. En 1997 suponía el 20%.

Más allá de Cataluña

Más allá de Cataluña, el Ibex 35 ha caído en este tiempo por factores que nada tienen que ver con el momento político catalán como las depreciaciones que viven las divisas latinoamericanas y la fuerte presencia de las grandes del selectivo en América Latina, la incertidumbre en torno a la renta fija italiana después de que el Ejecutivo del país haya anunciado unos presupuestos lejos de los objetivos marcados por la Comisión Europea y las caídas de los bancos ante los tipos al 0% aplicados por el BCE y el amago del Gobierno a aplicar un impuesto a la banca.

Los bancos españoles tienen en cartera 27.700 millones en deuda italiana, según los datos de las entidades remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a cierre de junio de 2018.

Entre los valores que más caen desde el 6 de septiembre, cuando el Parlamento de Cataluña aprobó la Ley del referéndum de autodeterminación, figuran empresas como DIA, con un retroceso del 62%, Mediaset se deja un 31,5% y Sabadell un 25%. CaixaBank cae un 6%, Grifols sube un 2%, Colonial cerca de un 9%, Naturgy un 17% y Cellnex un 20,7%.

El mercado ya ha olvidado los momentos de mayor incertidumbre de esos días, aunque el rumor sigue estando presente. El diario económico Financial Times este martes mostraba en su portada una fotografía del bloqueo de la Bolsa de Barcelona en el aniversario del 1-O por parte de los Comités de Defensa de la República (CDR) y también la protesta de estos manifestantes ante la sede del Banco de España en Barcelona.