En 2007, el Producto Interior Bruto de Alemania creció un 1,8% en términos ajustados al calendario, por encima del objetivo de crecimiento del Bundesbank situado en el 1,7%. El Bundesbank reiteró que la política monetaria debe garantizar que los niveles de los precios permanezcan estables a medio plazo. "Ante el crecimiento sostenido de los precios externos, los riesgos para la estabilidad de los precios en la eurozona han aumentado a medio plazo", explica el informe. La proyección de inflación a largo plazo de los analistas monetarios confirma esta idea.