Los economistas consultados por MarketWatch esperaban que la tasa de crecimiento se mantuviera en el 2%. Además, supone una nueva revisión a la baja, ya que la primera estimación situó el incremento del PIB en el 2,5%.

El responsable de la revisión a la baja fue el consumo, que tiene el mayor peso en la economía estadounidense : creció un 1,7%, frente al 2,3% estimado anteriormente.