Este dato desencadenó una corriente vendedora en Wall Street, que vio roto así el rally alcista de las últimas tres sesiones.

El Dow Jones de Industriales, el más importante de la bolsa de Nueva York, descendía un 0,81 por ciento tras dos horas de negociación, pese a que las cifras de desempleo de marzo fueron mejores de lo que habían previsto los analistas.

Después de una destrucción de 741.000 empleos en enero -la peor desde 1949- y de 651.000 en febrero, algunos expertos habían calculado para marzo otra de hasta 680.000 en marzo y que el índice de desempleo se elevase hasta el 8,8 por ciento.

Si se agregan las personas que sólo tienen empleo a tiempo parcial porque no consiguen otro, y las que, desalentadas, han abandonado la búsqueda de empleo, el índice de desempleo en marzo es del 15,6 por ciento, la más alta desde que se comenzó a compilar este dato en 1994.

La cifra de personas registradas oficialmente como desempleadas subió de 12,467 millones en febrero a 13,161 millones en marzo, según el Departamento de Trabajo.

Por su parte, el número de personas que desearía trabajar más horas pero están forzadas a aceptar empleos a tiempo parcial aumentó en 423.000 el mes pasado y llegó a los 9 millones. Éstos son empleos que no cuentan con beneficios sociales como vacaciones o seguro médico.

"Los estadounidenses que han perdido sus empleos se preocupan por el pago de sus hipotecas, por el pago de sus seguros médicos y las matrículas de estudio", señaló la secretaria de Trabajo, quien sostuvo que el plan de estímulo económico de 787.000 millones de dólares aprobado por el Congreso ayudará a crear nuevos empleos y salvar muchos de los existentes.

El gobierno del presidente Barack Obama, añadió la funcionaria, "ha dado pasos importantes para ayudar a las familias que bregan para pagar sus cuentas, y para que se reanude el crédito a las pequeñas empresas y las familias".

El presidente Obama ha dicho que su plan de estímulo económico protegerá o creará unos 3,5 millones de empleos en los próximos dos años, pero los recursos con los que cuenta están empezando a distribuirse y el índice de desempleo evoluciona con retraso en comparación con la actividad económica.

Esto es debe a que cuando la economía se desacelera, las empresas tardan en despedir a sus empleados; y del mismo modo, aunque la economía empiece a reactivarse, las empresas son cautelosas antes de contratar.

El informe del Gobierno revela que la pérdida de puestos de trabajo afecta a casi todos los sectores y que en marzo la única excepción fue el cuidado de la salud y actividades relacionadas, que creó 14.000 nuevos empleos.

Según una encuesta realizada en marzo en cientos de miles de lugares de trabajo, las industrias productoras de bienes perdieron 305.000 empleos y el sector de servicios 358.000.

De 271 industrias encuestadas sólo el 22 por ciento contrató nuevos trabajadores.

Las empresas de construcción eliminaron en marzo 126.000 empleos, las fábricas 161.000, el comercio minorista 50.000 y los servicios profesionales y de negocios 130.000 empleos.