De este modo, desde que la Agencia Nacional de Investigaciones Económicas (NBER) determinara que EEUU entró en recesión a finales de 2007, la economía de la primera potencia mundial ha destruido 5,1 millones de puestos de trabajo, de los que 3,3 millones han sido eliminados en los últimos cinco meses, lo que representa el peor comportamiento del empleo en cualquier crisis económica desde la II Guerra Mundial.

La cifra total de parados en EEUU alcanza ya los 13,2 millones de personas, de los que 3,2 desempleados son de larga duración, casi dos millones más que en diciembre de 2007.