Estados Unidos es demasiado dependiente de China ya su economía es demasiado vulnerable a la escasez de materiales necesarios para la fabricación de una amplia gama de productos ecológicos como bombillas compactas de luz fluorescente para los coches eléctricos a las turbinas de viento gigantes.

El Departamento de Energía de Estados Unidos predice que podría tardar cerca de 15 años para romper la dependencia estadounidense de los suministros de China, por lo que pide a la nación a incrementar la investigación
y ampliar los contactos diplomáticos para encontrar fuentes alternativas, y para desarrollar maneras de reciclar los minerales o sustituirlos por otros.

Al menos el 96% de los tipos más importantes de los minerales de la tierra llamadas "raras" son producidos en China, y Pekín ha ejercido diversos controles a la exportación a limitar la oferta de los minerales a otros países y favorecer a sus propios fabricantes que los utilizan.