La mayoría de los analistas había calculado que la contracción marcaría un ritmo de crecimiento negativo del 0,5 por ciento. El informe del gobierno mostró que las ventas finales domésticas bajaron un 1,8 por ciento, la mayor caída en 17 años, y las inversiones de las empresas bajaron un 1 por ciento. Y por décimo primer mes consecutivo bajaron las inversiones en casas.
El índice de precios para los gastos de consumo personal aumentó un 5,4%, tras ascender un 4,3% en el segundo trimestre. El alza del 5,4% es la mayor desde la del 6,0% observada en el primer trimestre de 1990. Si se excluyen los alimentos y la energía, el índice de precios de los gastos consumo personal subió un 2,9%, tras incrementarse un 2,2% en el segundo trimestre.
El PIB mide todos los bienes y servicios producidos en la economía. El PIB creció un 2,8% en el segundo trimestre y un 0,9% en los primeros tres meses del año. El índice de precios ponderados del PIB, por su parte, creció un 4,2%, tras ascender un 1,1% en el segundo trimestre. El mayor componente del PIB es el gasto de los consumidores, que representa cerca del 70% de la actividad económica total. Esos gastos descendieron un 3,1% en el trimestre, tras ascender un 1,2% en el segundo trimestre. La caída fue la más pronunciada desde el descenso del 8,6% en el segundo trimestre de 1980.
Las compras de bienes duraderos cayeron un 14,1%, en el período, tras disminuir un 2,8% entre abril y junio. Las compras de bienes no duraderos descendieron un 6,4% en el tercer trimestre. Los gastos en servicios se incrementaron un 0,6%. Las inversiones residenciales fijas, que incluyen los gastos en vivienda, disminuyeron un 19,1% en el tercer trimestre. En el segundo trimestre, este tipo de inversión cayó un 13,3%.
Durante el período, las exportaciones crecieron un 5,9%, mientras que las importaciones disminuyeron un 1,9%

