Según ha informado a través de un hecho relevante, la compañía asturiana cuenta con el respaldo ya del 90% de las entidades financieras y, en consecuencia, ha cumplido con esa condición que se propuso el consejo. El único banco que todavía no ha firmado las nuevas condiciones financieras con la compañía asturiana es BBVA, pese a que el resto de bancos ya lo han hecho como Santander, CaixaBank, Bankia, Sabadell o Liberbank. 

El plan de Duro Felguera contempla la realización de una ampliación de capital de 125 millones de euros que devaluará a los actuales accionistas, a la que la refinanciación quedará condicionada. Previa e inmediatamente anterior a la ampliación de capital, se realizaría una operación de ajuste patrimonial y, de acuerdo a lo previsto en la refinanciación en curso, un ajuste de deuda que acabará fijándose en niveles "sostenibles" en el entorno de 85 millones de euros, con un plazo de vencimiento a cinco años, y líneas de avales para nuevos proyectos de 100 millones.

Dentro de la propuesta de refinanciación, se emitirán obligaciones convertibles en dos clases, 'A' y 'B', con un plazo máximo de cinco años que serán suscritas y desembolsadas por las entidades financieras mediante la conversión de deuda por 233 millones de euros.

Duro Felguera apunta que la propuesta de refinanciación establece que la reestructuración del pasivo afectado, así como la efectividad del otorgamiento de la nueva financiación estarán sujetas al cumplimiento de las condiciones suspensivas (de cumplimiento previo o simultáneo) habituales para este tipo de refinanciaciones.

Las acciones de la industrial caen este lunes un 3,77% hasta los 0,28 euros por acción y en lo que va de 2018 caen cerca de un 15%.